El cuerpo no fantasea. Ahi tirada en la cama, después de un día ajetreado , sentia mi mente tranquila, sabedora que Dios no tenía hoy nada que perdonarme, sin embargo mi cuerpo es menos clemente y nunca me perdona nada. Ya vengo sabiendo que todo aquello que me aleje de la calma , del silencio, de la no excitación, repercutirá en mi y me debilitará en definitiva. Lucho por mantener las riendas de la atención a cualquier evento exterior que cause excitación en mi interior, porque se que puedo dominarlos y transformarlos en calma. Cualquier fuente de emoción, ya sea la ira, la envidia, el rencor, el odio, un simple enfado, mi cuerpo jamas me los perdona .
Poner calma , silencio, espacio entre cualquiera de esos eventos externos que me debilitan es como si me tomara un comprimido de paracetamol . Porque poner ese espacio es poner algo que en automatico no tengo , he de adquirirlo o tomarmelo , como algo que nos entra desde nosotros mismos , como si el paracetamol me permitiera ponerme detrás de mi misma, siempre que me hace falta y me hace falta siempre.