Amigos mi reporte. 

  La mente con sus asociaciones el principal obstáculo, en un principio considerándome a mí mismo relajado, no le di la importancia de profundidad. Me preguntaba que suele ser más fácil hacer la relajación cuando no estás en una situación tensa o de necesidad de relajación ¿Cómo sería si la necesitara?

   Una noche haciendo deporte, corte de tendón en pierna, al otro día en quirófano y un día más ya en casa, enyesado. Ahí estaban las condiciones para mi desarrollo (ansío aquietar esta mente).

  Hice la relajación cuando estaba inmovilizado desde la cintura hacia abajo, que desesperante, pero acompañando con la respiración se hace más centrada.

  No podía mantener la atención en la conversación cuando me hablaban, a pesar de que podía hablar, algo detenía mi acción, tenía que hacer un esfuerzo para pronunciar palabras, al poner atención en la causa, un apremio agobiante en la necesidad de sentir mi cuerpo y no poder hacerlo, partes motrices se mantenían sedadas, no tenía la suficiente fuerza para salir de la condición.

  Los detalles que de alguna manera son casi imperceptibles, ahora son notablemente evidentes al tener mi movilidad restringida. Me he vuelto hábil en la movilidad, mi entorno debo manejarlo para que no sea obstáculo. En un principio algo derrotista dentro de mí me limitó a las dificultades evidentes y que además imaginé, es interesante lo dependiente que me sentí. Algunos amigos me confidenciaron que se imaginaban al visitarme me verían “tirado” en la cama, y descubrieron que estaba de pie, se mantenía todo limpio y ordenado, además mis planes deshechos, estaban tomando fuerza.

   Algo que tenía planeado desde hace mucho es una cita con el Consulado español, debo viajar 4.000 kms., los pasajes de avión los tengo de hace un tiempo, si me va bien, de vuelta tendré la nacionalidad Española. El desafío es con muletas y sólo, interesante.

  No les recomiendo la lesión, pero que sería si no tuvieras todas las condiciones que tienes hoy para trabajar. Antes mi excusa era el tiempo, ahora sí me falta el tiempo, cada cosa requiere el doble.

  Estimados un abrazo.

  Migastr

Reporte tema 4:

El ejercicio de relajación lo he practicado practicamente a diario, sin embargo por el ajetreo propio de cada día algunas veces sólo lo he realizado por 10 minutos  y a veces en menos tiempo y no siempre en un mismo lugar, pero el tiempo promedio dedicado ha sido de 18 minutos, tanto para la práctica de la atención sobre la mano derecha como para el ejercicio propiamente de relajación. La autoinvocación ha estado presente con cada ejercicio (observándome, dirigiendo la atención en las partes del cuerpo y luego a todo el cuerpo, preguntándose quién soy, qué estoy haciendo y dónde estoy).

En esta oportunidad  me ha resultado más fácil realizar los ejercicios, y conforme pasaban los días sentí q cada vez podía entrar o colocar digamos en “marcha de atención y relajación” a mi cuerpo de una manera más completa. Sobre la atención en la mano derecha, a ésta además de sentirla con un hormigueo y palpitaciones en cada parte de ella, la he sentido más pesada, como un ladrillo sobre la pierna al prestar más atención.

Y en general, creo firmemente que he logrado percibir con mayor facilidad, por ejemplo, un hormigueo focalizado en las distintas partes del cuerpo, así como claramente las palpitaciones de la sangre en cada porción del cuerpo a relajar (dedo por dedo, por ejemplo y así sucesivamente) en cuanto dirigía la atención en dichas partes de manera escalonada según el orden dado. Esto ha sido además de “relajante” muy energizante y definitivamente sentía que salía más vivo de la casa, q empezaba el día con mucha vitalidad y control, algo que extrañaba mucho, por cierto. Una sensación parecida como cuando uno empieza el día corriendo temprano y luego un baño refrescante, no te sientes cansado en modo alguno sino por el contrario con los sentidos más despiertos, con ganas de trabajar. Extraño, porque en un caso se pone en movimiento físico al cuerpo y en el otro es todo lo contrario.

Por supuesto, estas sensaciones de atención focalizadas nunca han sido permanentes, es decir, desde el principio hasta el final del ejercicio pues han sido interrumpidas o compartidas con muchos pensamientos y/o sensaciones ajenas por completo al ejercicio. Unas veces un ruido en la calle, el ladrido del perro o simplemente desde el interior una voz q me decía, ya, hay q terminar el ejercicio que se hace tarde. Me han dado muchas ganas de hacer el ejercicio en las noches, pero finalmente no lo hice y no sé si realmente por no romper las instrucciones dadas o finalmente por flojera, siendo la “presión interna” más fuerte los días que me “percataba” por alguna asociación que no había hecho el ejercicio en la mañana. Hazlo ahora, en la noche, es lo mismo; aparecía la voz; alentándome para sentirme mejor y más tranquilo. No me he sentido más traquilo, y espero de verdad que esa reacción de intraquilidad por haber fallado un día haya sido mi ser esencial. Y, muy aparte del ejercicio, quisiera compartir con todos q estas últimas semanas me he sentido un mejor esposo y un mejor padre.

Gracias.