CRÓNICA DE LA OCTAVA EXPEDICIÓN DEL GUERRERO ESPIRITUAL

Sobre el texto: ha generado muchos comentarios en relación a cuestionamientos sobre la propia identidad, en relación al desajuste que hay en la relación entre esencia y personalidad, y también en relación a la dificultad y esfuerzo que requiere andar el camino que hay por delante.

Ha hecho plantear y reconocer cuánta mentira hay en uno mismo, en lo que creemos saber, en la descripción y percepción del mundo e incluso en quién trabaja cuando uno se pone a Trabajar. Se reconoce cuánta conversación inútil, cuántas emociones negativas y cuánta imaginación hay en el día a día. Recuerda que lo que uno hace y que lo que uno cree que es, es pura identificación y pura consideración interna.

Alguno observa cómo esclaviza todo ello, otros lo dañino, inútil y destructivo que es, otros cómo nos imposibilita observarnos correctamente, otros la cantidad de energía que se lleva.

Aunque se aprecia lo difícil y costoso que es detectar y observar todo ello en uno mismo, se va aprendiendo que es la única manera para dejar de alimentarlo, para desprenderse de ello, para poder controlarlo, para poder crecer, para ser más libres y más auténticos, para que deje de gustarnos lo que es malo para nosotros y nos guste lo que nos es sano.

Alguno expresa, además, cómo ha experimentado la utilidad de leer varias veces, con distintos yoes, el texto para verlo más objetivamente y sacarle mayor provecho.

Sobre la tarea: se ha experimentado que cuanta más práctica, hay más ganas de hacer el ejercicio y mejor calidad de la atención, por lo que el ejercicio resulta cada vez más fácil o más rápido o más profundo, va adquiriendo diferente sabor y proporciona una mayor conexión o incluso una mayor comprensión de uno mismo, del propio cuerpo, de nuestro contenedor.

Algunos han aplicado la práctica a situaciones cotidianas (cuando hay un dolor,  cuando se le van los pensamientos, cuando aparecen hábitos malos para la esencia, en momentos de tensión) y el ejercicio les ha ayudado a salir de ellas.

Algún expedicionario explica cómo ha conseguido hacer la práctica tomando distancia, no ser lo que observaba sino atestiguar lo que allí estaba ocurriendo. Para ello y para evitar la distracción le ha resultado muy útil ayudarse de la respiración.

Como experiencias vividas durante la ejecución de la tarea, se expresa cómo el ejercicio ha proporcionado sensaciones de unidad en el cuerpo, de paz interior, de bienestar físico y mental, de incremento en la energía, de relajación, de serenidad, de despertar el cuerpo a la vida, de vitalidad, de tranquilidad, de paz, de alegría bonita y silenciosa, de sensibilidad creciente, de solidez, de más presencia, de mayor consciencia de las partes del cuerpo.

Antes o durante el ejercicio es frecuente que aparezcan argumentos que distraen, que hacen perder la atención y la energía que hemos conseguido y que nos incitan a abandonar el ejercicio. En estos casos, se ha visto cómo los yoes perezosos quieren tomar el control aprovechando los pensamientos divagantes y disruptivos, las ensoñaciones, el diálogo interior, el cansancio, el sueño, y cómo dejan disponible muy poca atención.

 

Y hasta aquí, la crónica de la 8ª expedición. Agradezco la oportunidad que se me ha ofrecido y todo lo que me habéis enseñado con vuestros reportes, compañeros expedicionarios!

Un gran abrazo a todos.

CRÓNICA DE LA NOVENA EXPEDICIÓN DEL GUERRERO ESPIRITUAL

A medida que pasamos etapas, cuesta cada vez más mantenerse en el ritmo de la Expedición: algún expedicionario olvida y abandona la expedición; otros se aferran a seguir en ella pero no consiguen caminar porque su energía se ha ido en otras aventuras; alguno ha desaparecido, estamos sin noticias desde hace un tiempo...; otros caminan somnolientos y no ven muy bien dónde están, o caminan cansados o sin ganas y sienten que avanzan más despacio, pero siguen caminando.

Y otros muchos expedicionarios siguen avanzando con paso firme, buscando y observando con curiosidad. Gracias a ellos y a la determinación de nuestros guías, la expedición sigue adelante.

El texto ha invitado a intentar adentrarse y sincerarse con uno mismo, lo cual ha provocado fricción y reacciones emocionales -e incluso físicas- negativas (angustia, rechazo, enfado, miedo, inseguridad, culpabilidad, pesimismo, pereza...). Finalmente todo ello ha llevado a un cierto acercamiento intelectual hacia la comprensión de uno mismo, de la propia realidad, del estado de ignorancia y de lucha entre yoes en el que nos encontramos, de la necesidad de practicar y experimentar para despertar y Vivir.

La práctica ha proporcionado a algunos energía, emociones y sentimientos renovados, les ha ayudado a estar más presentes o más sensibles o más receptivos a escuchar lo que su cuerpo les dice o, incluso, a la confianza y paz de rendirse a algo superior. Para otros, se ha hecho patente la dificultad de dirigir y mantener la atención y no se ha conseguido completar la experiencia. Aun así, en el intento se han alcanzado estados, sensaciones y emociones muy agradables y valiosas. 

Y seguimos adelante!

CRÓNICA DE LA DÉCIMA EXPEDICIÓN DEL GUERRERO ESPIRITUAL

En el trayecto recorrido desde el inicio de la expedición, los expedicionarios sienten que la expedición avanza. Avanza en aprender a observarse, en  ver los propios personajes, la idea de sí, las propias contradicciones, las resistencias, las justificaciones, en darse cuenta de que estamos dormidos, que somos prisioneros. Se avanza en conocer e identificar mejor cada uno de nuestros centros. Se avanza en ver la bondad/necesidad de practicar, de hacer ejercicios diariamente.

Y aunque no se vea una meta con claridad y aunque en el camino se pueda sentir la dificultad de estar atentos y la falta de energía, de dedicación, de interés, de entusiasmo, de autenticidad, en global la expedición siente que rara vez se da una gran zancada, pero que a menudo se da un pequeño pasito y  éstos suman para avanzar.

En relación al ejercicio concreto de este tema, los expedicionarios que han experimentado con plenitud el ejercicio han podido sentirse más reales, más vivos, nutridos, con más energía durante el ejercicio e, incluso, fuera de él, en su día a día.

Para la mayoría, aunque la tarea no ha dado los frutos esperados o preconcebidos, siempre ha aportado frutos buenos y ganas de seguir intentando. Algunos han sentido una creciente sensibilidad; a otros les ha ayudado a estar más presentes o a lidiar con los propios límites y con la frustración; a otros, simplemente, bienestar. La falta de energía, los pensamientos asociativos y disociativos, la pérdida de la atención, el buscar un resultado premeditado (pensar “no me sale” o “no me sale como me tendría que salir”)  han sido los principales obstáculos en la ejecución de la tarea.

El texto ha actuado como un espejo. Nos ha ayudado a reflexionar sobre lo dormidos que estamos, sobre cómo nos identificamos con nuestros personajes y sobre las valiosas herramientas con la que contamos para recordarnos o, al menos, acercarnos al intento.