Olivier Laignel Salzmann. Extracto de "Lo real permanece invisible"
“Quiero que hablemos de un tema: el amor. Un Trabajo sin amor no se lo
recomiendo a nadie, terminará haciendo daño. No estamos hablando de
apegos, ni del amor posesivo, ni romántico. El amor humano o el
consciente, cualquiera de los dos, no es frío, es algo cálido,
bondadoso, generoso, con capacidad de sanar, puede sanar, puede curar,
el amor tiene un poder enorme. Es mucho más potente que el odio, pero
sucede en varios sitios en el Trabajo
que hay un cierto miedo de hablar de esto. Hay un cierto miedo de
experimentar con eso, porque claro, uno fácilmente cae en algo que no
es, que es una emocionalidad, o algo manipulativo, o cae en el
sentimentalismo u otra cosa similar. Sí, es peligroso en ese sentido.
Pero nuestro Camino y cualquier Camino, son difíciles, tan difíciles que
si no hay un cierto amor que fluya, que exista dentro de la Escuela
misma, entre las personas y que sea impersonal, entonces el ambiente va a
ser muy duro. Sin amor muchas cosas no pueden darse, la gente no
correrá nunca el riesgo de abrirse y entonces muchas cosas no podrán
darse. Para mí, es una condición absolutamente indispensable,
imprescindible”