El lunes pasado, directo del Comité Central, recibí una lluvia de escritos de miembros activos de la Comunidad que les ha dado por hacer Experimentos sobre sí mismos...
Recordé aquél tan publicitado: "El Diario de Anna Frank", y poco a poco la lectura de tan diversas experiencias que comparten, a pesar de referirse a un mismo reto o situación, muestran con total claridad la realidad actual del ser de cada uno de esos Escaladores del Monte Análogo.
Que yo recuerde, es una regla de silencio total para mí referirme a ciertos logros Sagrados, y recuerdo que no la he prostituído ni en la Comunidad ni en charlas extra personales. Me refiero en este caso a una palabra: "Meditación". Vaya que la escucho por doquier, y hasta en ciertos reportes que acabo de leer la encuentro plazmada, y cada vez que la leo o escucho, mi corazón sufre, porque no se debe usar El Nombre ni los Atributos de Dios en vano....
Hace ya muchas lunas que comprendí que la auténtica Meditación no puede ser producida, controlada o inducida por uno mismo, ya que es algo Sagrado, algo que nos puede llegar desde Arriba, si existen las condiciones propicias en nuestro ser para Recibirla.
La Meditación Real ocupa el tercer nivel en esa Escalada hacia montañas poderosas como lo es el Monte Análogo. Sólo al Amo le es permitido ese acceso o pasar ese umbral, pero nunca al esclavo.
Nuestro Trabajo actual tiene un doble proposito: afinar y empoderar el poder de Concentración de nuestra Atención, y sólo aquellos que puedan Sostenerla Concentrada en lo que han elegido o decidido, de repente, como fruto de ese Trabajo, entran a una especie de Contemplación, o quiza se puede llamar Consciencia. Y esa Contemplación o Consciencia, que es la base misma de la realidad esencial de nuestro propio ser, cuando está Presente, nuestra percepción cambia totalmente, tanto de mi mismo como de todo el universo...
YO NUNCA PODRÉ MEDITAR, se los aseguro, es una imposibilidad imposible para mí... Pero si puedo mantenerme Contemplando, como antes pude sostenerme Concentrado, entonces quiza estén presentes las condiciones requeridas para que, en un arrebato, la Medfitación llegue a mi y me tome en sus brazos (como aquella agua del riachuelo cuando se permitió ser llevada mansamente por las manos del aire para ponerla en la cumbre de la montaña, del mi amado "Cuento de las Arenas").
Y también encontré que dos o tres personas en los escritos reportados de sus experiencias ante una misma Tarea, usan de manera equivocada una y la misma palabra: RETENER...
Ellos se refieren a ese lápsus cuando termina su expiración y no se inicia de manera inmediata la siguiente inhalación, a ese lápsus le llaman Retención.. Y es algo raro, porque cuando ya fue expulsado todo desde nuestro interior, ¿por qué elegir la palabra "Retención" para referirse a ese vacío total?
Claro que en el Trabajo existe la palabra: RETENCIÓN, y es por eso que encuentro discrepancia con lo escrito. Para el Trabajo: RETENCIÓIN, significa precisamente lo opuesto a lo que infieren esos miembros. Me es posible Retener algo, sólo cuando estoy LLENO.
Pero quiza sea necesario hacer Experimentos para poder captar el significado preciso de esa otra palabra Sagrada... Si se presentan las condiciones propicias puedo pedir que se les muestre, pero no antes...
Carlos de la Garza P.