El sufrimiento intencional es el sufrimiento incurrido, al que se expone uno mismo, para poder hacer nuestro propio deber. Al hacer nuestro propio deber uno tiene que aceptar una situación que quizás, no necesariamente siempre, resulte en problemas para nosotros mismos... El ejemplo más sencillo, es hacer algo para el beneficio de alguien y estar preparado para aceptar las ingratitudes y malentendidos que resultarán y harán que nuestra relación con la persona empeore (y vaya que en cualquier grupo o comunidad florece en abundancia….)...
Han existido los grandes iniciados, que libremente aceptan la obligación de preparar algo para el futuro de la humanidad, y a través de ello, el sufrimiento llega...
No basta con decir: ¡Si, yo quiero servir!, porque tenemos que servir cuando no nos conviene. Tenemos que ser similares al aire, y dejar que todos tomen de nosotros, no negarnos a nada, dejar que todo sea transmitido a través de nosotros...
Si solo notáramos, lo que deberíamos haber hecho acerca de algo, cuando ya es demasiado tarde. Ahora veo que tengo que aceptarlo. Hay una cierta forma de defecto que no parece cambiar...
Cuando uno ve un obstáculo en uno mismo, puedes convertirlo en un fuerte deseo de trabajar sobre uno mismo. Esta es una forma particular de sufrimiento involuntario, y puede ser transformado. Cuando las cosas marchan mal, particularmente debido a algo en nosotros mismos, la energía que llega a través de la falla, puede ser dirigida dentro de nuestro propio trabajo. Conciencia de nuestras propias negligencias puede ser una gran fuente de energía para trabajar. Tratar de sobreponerse directamente quizás no sea efectivo...
Cuando en algunos ejercicios alguien puede “oír la voz de Dios”, quizás este escuchando a su propio egoísmo, es necesario voltear hacia otros para consejo...
Si uno llega a este Trabajo solo para ver que puede conseguir para sí mismo, será desilusionado. Pero algo más puede entrar, la realización de que no importa lo que uno pueda conseguir para uno mismo tanto como podamos hacer lo que es necesario...
La comprensión del sufrimiento no nos hace perfectos, pero es una gran cosa no ver el sufrimiento como una aflicción. Para esto, el ojo interno debe estar abierto y vea las cosas como realmente son...
Comienzan a trabajar y ven que el sufrimiento es requerido, y no quieres abolirlo tanto como no quieres abolir poner el siguiente pie cuando estas caminando. En el camino espiritual, la alegría y el sufrimiento siguen uno a otro, igual que los dos pies, y puedes llegar a un punto donde ningún pie está apoyado en el suelo...
Es extremadamente doloroso permanecer todo el tiempo sobre el mismo pie, el pie de la alegría.