Durante este periodo se refuerza su convicción de practicar aquellas enseñanzas heredadas de la tradición.
Sus actividades diarias se mantienen con normalidad, pero se cuestiona el curso de su vida, por si hubiera algo que modificar.
Comprender quién soy hace que me conozca, y, si hay críticas, no tengo problemas, ya que ellas me brindan la oportunidad de reconocer el funcionamiento del ego que se expresa en la comprensión.
Y, ¿qué hay de los deseos y apegos?
Reconozco que son una parte del mundo que vivo; lo mismo que los árboles están ahí.
Al igual que las nubes están ahí, ellos son como son y yo soy como soy.
Aunque la mente, confundida por ideas erróneas y adicta a pensar, se ve afectada por los apegos hasta que reconozco su existencia.
No hay causa para que usted no sea feliz, hay tendencia programada a colocarnos limitaciones a nuestra verdadera naturaleza de Ser infinito, y es esa cuestión lamentable nos convierte en criaturas finitas.
Que se entienda no hay tal cosa como una forma infinita, lo Real no tiene forma propia de sí misma.
Sí Mismo o la realidad, ni crea, ni sostiene, ni destruye nada. Si observas los pensamientos poco a poco van desapareciendo, te conviertes en un observador, al no identificarte con tu mente, al mantenerte aparentemente aparte.
Al seguir observando, te darás cuenta que la mente es como un cielo, muy circular, que se va moviendo permanentemente, muy repetitiva casi maquinalmente.
Pasan y pasan los pensamientos, a eso tienes que agregar también los sentimientos, que al igual que los pensamientos van y vienen, pero lo que realmente somos es permanente y no impermanente.
Lo permanente debido a la atención queda atrapado por la circularidad de pensamiento o sentimientos.
En tu vida, practicar la senda significa crear tu propio camino, lo que hoy en día se reconoce como religión o doctrinas son buenas palabras que sirven solo para confundirnos y sumergirnos en sueños más profundos.
R.Malak.