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LA PALABRA DE GURDJIEFF SOBRE LA IMAGINACIÓN
"Cuando el centro motor hace el trabajo del centro intelectual, da como resultado la lectura mecánica o la audición mecánica, aquella de un lector o de un oyente que no percibe sino palabras y se queda totalmente inconsciente de lo que lee o escucha. Esto sucede generalmente cuando la atención, es decir la dirección de la actividad del centro intelectual, está ocupada en alguna otra cosa, y cuando el centro motor trata de suplantar al ausente centro intelectual. Esto se convierte muy fácilmente en un hábito porque generalmente el centro intelectual está distraído, no por un trabajo útil, pensamiento o meditación, sino simplemente por el ensueño o la imaginación. "La imaginación es una de las principales causas del trabajo equivocado de los centros. Cada centro tiene su propia forma de imaginación y de ensueño, pero por lo general el centro motor y el centro emocional se sirven ambos del centro intelectual, siempre listo éste a cederles su lugar y a ponerse a su disposición para este fin, porque el ensueño corresponde a sus propias inclinaciones. "El ensueño es absolutamente lo contrario de una actividad «útil». «Útil» en este caso significa: dirigida hacia una meta definida y emprendida para un resultado definido. El ensueño no tiende a ningún fin, no se esfuerza hacia ninguna meta. La motivación del ensueño se encuentra siempre en el centro emocional o en el centro motor. En cuanto al proceso efectivo, éste es tomado a su cargo por el centro intelectual. La tendencia a soñar se debe en parte a la pereza del centro intelectual, es decir a sus tentativas por evitarse todo esfuerzo ligado a un trabajo orientado hacia una meta definida y que tenga una dirección definida, y por otra parte a la tendencia de los centros emocional y motor a repetirse, a guardar vivas o a reproducir experiencias agradables o desagradables, ya vividas o imaginadas. Los ensueños penosos, mórbidos, son característicos de un desequilibrio de la máquina humana. Después de todo, se puede comprender el ensueño cuando presenta un carácter agradable, y se le puede encontrar una justificación lógica. Pero el ensueño de carácter penoso es un completo absurdo. Sin embargo, muchas personas pasan nueve décimos de su existencia imaginando toda clase de acontecimientos desagradables, todas las desgracias que pueden recaer sobre ellos y sobre su familia, todas las enfermedades que pueden contraer, y todos los sufrimientos que tal vez tendrán que soportar.
"La «imaginación» y el «ensueño» son ejemplos del funcionamiento equivocado del centro intelectual. "La observación de la actividad de la imaginación y del ensueño, constituye una parte muy importante del estudio de sí. "Después la observación tendrá que enfocarse sobre los hábitos en general. Todo hombre adulto es un tejido de hábitos, si bien, en la mayoría de los casos, no se da la menor cuenta de ello y pudiera aun afirmar que no tiene hábito alguno. Esto nunca puede ser así. Los tres centros están repletos de hábitos y un hombre jamás puede conocerse hasta haber estudiado todos sus hábitos. La observación y estudio de éstos es particularmente difícil porque para verlos y «constatarlos», es necesario escapar de ellos, liberarse de ellos aunque sea tan sólo por un momento. Mientras un hombre está gobernado por un hábito determinado, no puede observarlo; pero desde su primer intento de combatirlo, por débil que éste sea, lo siente y repara en él. Por eso, para observar y estudiar los hábitos es necesario tratar de luchar contra ellos. Esto nos abre una vía práctica para la observación de sí. He dicho anteriormente que un hombre no puede cambiar nada en sí mismo, que sólo puede observar y «constatar». Es verdad. Pero es igualmente cierto que un hombre no puede observar ni «constatar» nada si no trata de luchar consigo mismo, es decir, contra sus hábitos. Esta lucha no puede dar resultados inmediatos; no puede conducir a ningún cambio permanente o duradero. Pero permite saber a qué atenerse. Sin lucha un hombre no puede ver de qué está hecho. La lucha contra los pequeños hábitos es muy difícil y fastidiosa, pero sin ella es imposible la observación de sí.
¿QUIÉN ES GURDJIEFF?
Maestro entre Maestros que naciò en el Cáucaso en Asia Menor, un 13 de enero y como él mismo dice en condiciones casi bíblicas. Desde muy pequeño estuvo en contacto con hombres notables, que lo llevaron a despertar en él una sed inextinguible de conocimientos para tratar de comprender al hombre en su totalidad.
Su búsqueda lo llevó a incursionar por distintos lugares de Sabiduría en Medio y Lejano Oriente para poder nutrirse de las Tradiciones Espirituales y de las enseñanzas de varios Maestros.
Con este bagaje intensamente vivo crea una forma de enseñanza. Es decir un método que consta de siete Unidades de Sabiduría, para el estudio del hombre y su relación y concordancia con todo lo que existe, para su desarrollo y equilibrio integral ( Cuerpo, Mente y Emoción ).
Él propone una búsqueda de nosotros mismos, partiendo de la base de que no nos conocemos. Esta búsqueda se realiza en la vida misma, aceptando las condiciones que ella misma nos ofrece, pero solo para aquellos que sientan la necesidad de bucear más profundamente e ir hacia el despertar de sí mismo. Despertar de la conciencia, para liberarnos de los hábitos mecánicos que reaccionan desde nuestra programación. Permitir el crecimiento de la esencia, desde un querer real, para llegar a ser y ser capaz de un hacer real. La liberación conduce a la Libertad.
La verdadera libertad es la liberación de toda esclavitud interior y exterior y por ende conlleva aprender a movernos respondiendo fielmente a quien verdaderamente somos.
El Camino del Yo Soy.
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LA PALABRA DE GURDJIEFF SOBRE LA IMAGINACIÓN
"Cuando
el centro motor hace el trabajo del centro intelectual, da como
resultado la lectura mecánica o la audición mecánica, aquella de un
lector o de un oyente que no percibe sino palabras y se queda totalmente
inconsciente de lo que lee o escucha. Esto sucede generalmente
cuando la atención, es decir la dirección de la actividad del centro
intelectual, está ocupada en alguna otra cosa, y cuando el centro motor
trata de suplantar al ausente centro intelectual. Esto se convierte muy
fácilmente en un hábito porque generalmente el centro intelectual está distraído, no por un trabajo útil, pensamiento o meditación, sino simplemente por el ensueño o la imaginación. "La
imaginación es una de las principales causas del trabajo equivocado de
los centros. Cada centro tiene su propia forma de imaginación y de
ensueño, pero por lo general el centro motor y el centro emocional se
sirven ambos del centro intelectual, siempre listo éste a cederles su
lugar y a ponerse a su disposición para este fin, porque el ensueño
corresponde a sus propias inclinaciones. "El ensueño es absolutamente
lo contrario de una actividad «útil». «Útil» en este caso significa:
dirigida hacia una meta definida y emprendida para un resultado
definido. El ensueño no tiende a ningún fin, no se esfuerza hacia
ninguna meta. La motivación del ensueño se encuentra siempre en el
centro emocional o en el centro motor. En cuanto al proceso efectivo,
éste es tomado a su cargo por el centro intelectual. La tendencia a
soñar se debe en parte a la pereza del centro intelectual, es decir a
sus tentativas por evitarse todo esfuerzo ligado a un trabajo
orientado hacia una meta definida y que tenga una dirección definida, y
por otra parte a la tendencia de los centros emocional y motor a
repetirse, a guardar vivas o a reproducir experiencias agradables o
desagradables, ya vividas o imaginadas. Los ensueños penosos, mórbidos,
son característicos de un desequilibrio de la máquina humana. Después de
todo, se puede comprender el ensueño cuando presenta un carácter
agradable, y se le puede encontrar una justificación lógica. Pero el
ensueño de carácter penoso es un completo absurdo. Sin embargo, muchas
personas pasan nueve décimos de su existencia imaginando toda clase
de acontecimientos desagradables, todas las desgracias que pueden recaer
sobre ellos y sobre su familia, todas las enfermedades que pueden
contraer, y todos los sufrimientos que tal vez tendrán que soportar.
"La «imaginación» y el «ensueño» son ejemplos del funcionamiento equivocado del centro intelectual. "La observación de la actividad de la imaginación y del ensueño, constituye una parte muy importante del estudio de sí. "Después
la observación tendrá que enfocarse sobre los hábitos en general. Todo
hombre adulto es un tejido de hábitos, si bien, en la mayoría de los
casos, no se da la menor cuenta de ello y pudiera aun afirmar que no
tiene hábito alguno. Esto nunca puede ser así. Los tres centros están
repletos de hábitos y un hombre jamás puede conocerse hasta haber
estudiado todos sus hábitos. La observación y estudio de éstos es
particularmente difícil porque para verlos y «constatarlos», es
necesario escapar de ellos, liberarse de ellos aunque sea tan sólo por
un momento. Mientras un hombre está gobernado por un hábito determinado,
no puede observarlo; pero desde su primer intento de combatirlo, por
débil que éste sea, lo siente y repara en él. Por eso, para observar y
estudiar los hábitos es necesario tratar de luchar contra ellos. Esto
nos abre una vía práctica para la observación de sí. He dicho
anteriormente que un hombre no puede cambiar nada en sí mismo, que
sólo puede observar y «constatar». Es verdad. Pero es igualmente cierto
que un hombre no puede observar ni «constatar» nada si no trata de
luchar consigo mismo, es decir, contra sus hábitos. Esta lucha no puede
dar resultados inmediatos; no puede conducir a ningún cambio permanente o
duradero. Pero permite saber a qué atenerse. Sin lucha un hombre no
puede ver de qué está hecho. La lucha contra los pequeños hábitos es muy
difícil y fastidiosa, pero sin ella es imposible la observación de sí.
¿QUIÉN ES GURDJIEFF?
Maestro entre Maestros que naciò en el Cáucaso en Asia Menor, un 13 de enero y como él mismo dice en condiciones casi bíblicas. Desde
muy pequeño estuvo en contacto con hombres notables, que lo llevaron a
despertar en él una sed inextinguible de conocimientos para tratar de
comprender al hombre en su totalidad.
Su
búsqueda lo llevó a incursionar por distintos lugares de Sabiduría en
Medio y Lejano Oriente para poder nutrirse de las Tradiciones
Espirituales y de las enseñanzas de varios Maestros.
Con
este bagaje intensamente vivo crea una forma de enseñanza. Es decir un
método que consta de siete Unidades de Sabiduría, para el estudio del
hombre y su relación y concordancia con todo lo que existe, para su
desarrollo y equilibrio integral ( Cuerpo, Mente y Emoción ).
Él
propone una búsqueda de nosotros mismos, partiendo de la base de que no
nos conocemos. Esta búsqueda se realiza en la vida misma, aceptando las
condiciones que ella misma nos ofrece, pero solo para aquellos que
sientan la necesidad de bucear más profundamente e ir hacia el despertar
de sí mismo. Despertar de la conciencia, para liberarnos de los hábitos
mecánicos que reaccionan desde nuestra programación. Permitir el
crecimiento de la esencia, desde un querer real, para llegar a ser y ser
capaz de un hacer real. La liberación conduce a la Libertad.
La
verdadera libertad es la liberación de toda esclavitud interior y
exterior y por ende conlleva aprender a movernos respondiendo fielmente a
quien verdaderamente somos.
El Camino del Yo Soy.
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