CADA MUNDO ES MUY DIFERENTE.-
Cada cuerpo vivo emite irradiaciones. Estas son eléctricas. Siempre que
se toca algo se recoge irradiaciones. Nos seria más fácil entender si
recordamos la idea del espejo.
Todo lo refleja. Lugares donde las
personas han tenido fuertes emociones están llenas de fuertes
irradiaciones, ya sean negativas o positivas. Objetos inanimados
reflejan las irradiaciones de los seres vivos.
Existe una
excepción a esto. En materia ultra pesada la energía se ha condensado a
tal punto que finalmente escapa. El Material Ultra-pesado es un asunto
peligroso, porque en lugar de reflejar las irradiaciones, las emite. La
tierra necesita un mínimo de material emisor de radiaciones, pero los
hombres están acumulando demasiado de él. Es por ello que este es un
tiempo kairós, un momento de oportunidad excepcional para aquellos que
quieran adquirir la voluntad, el amor y la conciencia. Un gran cambio se
avecina en el que se debe lograr un equilibrio entre las fuerzas
positivas y negativas. Las irradiaciones positivas emitidas por las
personas de buena voluntad recogen las irradiaciones neutrales emitidas
por la materia ultra-pesada que se transforman en una barrera protectora
como cierta gelatina que absorbe y neutraliza
las irradiaciones
negativas. Estamos en todo momento proyectando, ya sea positividad o
negatividad. Proyectamos todo el tiempo, unas u otras negatividad o
seguridad. A las irradiaciones positivas se añaden las irradiaciones
neutrales, y se añaden en proporción directa a su fuerza; entre mas
fuerte la positividad más se le añade las irradiaciones neutrales.
No importa lo que pensamos acerca de las otras personas, pero si
importa lo que proyectamos. Pensar bien o mal de las demás personas no
las afecta, ni ayuda ni perjudica. Pero no nos damos cuenta de cuánto
nuestras proyecciones pueden afectar
a los demás.
Si uno dice
por ejemplo: “Ese es un ridículo", esto no le causa ningún daño. Pero
si uno dice: 'Te quiero' con un sentimiento negativo, si que hará daño.
No nos damos cuenta de la responsabilidad que tenemos para todo lo que
proyectamos. Hemos de proyectar positividad. Si la Negatividad fluye
fuera de nosotros afectara a otras personas. Sera algo que afecte a
miles de personas en todo el mundo. Más si tenemos pensamientos y
emociones positivas, al irradiarlas, ayudaran, no sólo nosotros
mismos, sino también a otras personas, en todo el mundo.
Debemos ser muy cuidadosos para proyectar sinceridad y fuerza. Si
proyectamos irradiaciones positivas podremos ayudar a Dios en su
trabajo. Aquellos que han visto la verdad irradian
bondad; es increíble ver que tan fuertes son estas irradiaciones y que grande es el alcance que pueden tener.
Somos como las radios. En el momento en que somos negativos, es posible
que sintonicemos y acumulemos la negatividad de alguien, que puede
estar a miles de millas de distancia, y que ha sido negativo durante
años. Hay muchas, muchas diferentes longitudes de onda, pero siempre hay
alguien que tiene la misma longitud de onda con la que vibramos, así
que de esta manera nos dejamos afectar y afectamos consecutivamente a
los demás. Esa es una razón por la que es tan necesario esforzarnos para
no caer en la negatividad, con el fin de no recoger la negatividad de
otras personas y añadirla a la nuestra. Y considerar la responsabilidad
de emitir negatividad a otra persona. Podría ser alguien que se acaba de
salir de un
estado negativo y que nosotros la empujemos de nuevo al
mismo por nuestra negatividad. Existen personalidades que se forman de
manera que recogen mecánicamente la negatividad y otros la vibraciones
positivas, por lo que no podemos
juzgarlos. Sólo debemos tener
cuidado de no enviar vibraciones negativas y en su lugar estar en un
estado activo para irradiar vibraciones positivas.
Cuando estamos
en armonía unos con otros se produce una muy alta energía que va a
cientos de millas de distancia a las personas que lo necesitan. Si no
logramos un estado de conciencia armonioso o el equilibrio dentro de
nosotros no podemos proyectar positividad. Las irradiaciones positivas
se realizan por la voluntad. Cuando hayamos encontrado nuestro “yo”
verdadero seremos capaces de irradiar positividad.
Podemos encontrar
pruebas de la fuerza de nuestras irradiaciones en la forma en que puede
cambiar el clima. A veces en una sequía las personas se reúnen para
llevan la imagen de un santo en una procesión y le rezan a él para que.
Cuando viene la lluvia, parece que el santo ha obrado un milagro. En
realidad la fuerza de sus irradiaciones concentradas ha cambiado la
presión atmosférica y la humedad permitiendo que se precipitara la
lluvia. Las personas con fe, sabían de esto hace mucho tiempo por la
experiencia y la ciencia está empezando a encontrar pruebas de esto.
Una unidad de positividad se proyecta a un centenar de veces la misma,
pero una unidad de negatividad se proyecta a un millar. Cuando se
refleja, cada una se ve magnificada. Así que, cuando transformamos la
negatividad en positividad, el resultado es que se proyecta a dos mil
veces dicha fuerza. La negatividad es mucho más fuerte y al ser
transformada aumenta la fuerza positiva. Bendice la negatividad,
agradece y de esta forma se transformara en positividad. Como usar los
pensamientos negativos depende del nivel de persona que se es. Una
persona de bajo nivel utiliza la negatividad, en una forma muy baja, una
de un nivel superior puede convertir la negatividad en una fuerza
positiva. Si somos absolutamente positivos
podremos convertir las
irradiaciones negativas en una tremenda fuerza. Tenemos primero que
aprender a recogerlas con la atención. Para transformar las
irradiaciones negativas en positivas tenemos que ser totalmente
positivos nosotros mismos. Si dudamos, siquiera por un segundo, no se
puede hacer nada porque ya somos negativos. Si vemos algo desagradable o
espantoso debemos encontrar algo gracioso
en eso y reírnos, y si
otras personas están siendo afectadas por lo desagradable, mostrémosles
el lado gracioso del asunto. Si vemos a alguien reaccionar negativamente
tenemos que tratar de ser positivos y sonreír para que los demás no se
lleven una impresión negativa de lo que sea. Por esto es que es posible
recoger energía en una película cuando toda la audiencia se espanta al
presenciar una escena de asesinato. Tenemos que ser lo suficientemente
fuertes como para no dejar que la
negatividad nos afecte y
terminemos identificándonos aumentando nuestra negatividad. Así es como
llegamos a ser mas fuertes transformando las irradiaciones negativas.
Una vez que empezamos a transformarlas podemos mantener el proceso, que
sigue girando, casi por sí mismo. Si se puede ser positivo durante una
hora y luego otra hora y, a continuación, una hora más se irán
purificando nuestros instintos y reacciones. Cuando se captura un mal
pensamiento en nosotros mismos podemos reflexionarlo, comprenderlo,
cambiarlo y convertirlo en un buen pensamiento mucho más fuerte. Si
somos totalmente positivos podemos llegar a contrarrestar cualquier mal
pensamiento de otra persona, no importa lo negativo que sea, podemos
llegar y Transformarlo en una fuerza positiva que afectara hasta la
misma persona.
Estamos conectados con todo el mundo y nos hemos
reunido o hablado en el anfiteatro, porque les han llegado de nosotros
mismos nuestras irradiaciones. No es lo que se haga o promocione
aparentemente, sino son nuestras irradiaciones lo que importa. Nuestras
reacciones son físicas, y tenemos que esforzarnos porque sean positivas.
Si nos consideramos o nos compadecemos de nosotros mismos todo el
asunto sale mal. Si nos olvidamos de nosotros mismos lo podremos hacer
correctamente. No podemos amar a todos, pero si estamos aquí para
proyectar la armonía. Si tenemos armonía crecemos. Para reunir
Positividad debemos amar a las personas, amar de verdad. Tan solo
proyecte amor, consideración. Todo el mundo está necesitando amor, es
alimento espiritual. Cuando amamos a las personas les damos nuestra
carne y sangre. Nuestra sangre y carne son nuestras emanaciones, son el
vehiculó de nuestro verdadero yo. Porque el amor no es una emoción, ni
una sensación, ni una idea; es el tipo particular de Irradiación, que
sólo un determinado tipo de acción puede producir en nosotros. Si una
persona siente afecto por alguien, pero es demasiado pasiva o perezosa
para ayudarle, él no le ama. Por otro lado, una persona puede sentirse
muy irritada con alguien, pero si a pesar de su impaciencia, hace un
esfuerzo para ayudarle, realmente le esta amando. Él le proyecta
irradiaciones que probablemente son de más ayuda que su acción, pero que
sólo pueden ser puestas en marcha si lo hace con la intención
de
ayudar. La única manera de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos
es aprender a ponerse en contacto con Dios. Así tendremos la gracia de
amar a nuestros vecinos y a nosotros mismos.
Todas las funciones
son biológicas. Asó que en nuestro cuerpo, las emociones tienen una base
biológica. Existen dos tipos de negatividad. La que viene del interior,
es lo que se llama mezquindad, lo que es malo. Pero la negatividad que
viene de fuera es una reacción, lo que no es malo. A menudo cuando
reaccionamos irritablemente es porque tenemos una acumulación en el
cuerpo de agregados negativos y se da por la
necesidad de ser
eliminados. Tenemos que tener la eliminación de estos ácidos, al menos
una vez a la semana, en la ira o en las lágrimas o la risa fuerte. El
error es cuando nos identificamos con estas eliminaciones y las
mezclamos con las sensaciones.
Es un error para cualquier
persona, detener este tipo de eliminación, de la misma manera que haría
daño reprimir el proceso de eliminación orgánico de los excrementos. Los
bebés son muy sabios, que saben acerca de esto. Lloraran hasta
que
se les ponga roja la cara. Las madres no deben recogerlos hasta que
hayan terminado, aunque no debe permitir que sigan llorando o se forma
el hábito. Debemos aprender a deshacernos de nuestros residuos
emocionales. Una vez por semana se debe correr, gritar, reír, llorar,
sacar estos residuos fuera de nosotros. Tenemos que deshacernos de
nuestras reacciones físicas, pero no contra otras personas. Tenemos que
reconocer la diferencia entre las reacciones físicas, y las sensaciones o
sentimientos. No debemos dañar a nadie; aparte de esto, no importa la
forma en que nos deshagamos de nuestros residuos emocionales. Cuando los
hayamos eliminado estaremos limpios.
El aseo de la parte exterior facilita la limpia de nuestro interior.
Con el aseo de los poros de la piel quedan dispuestos a deshacerse de
muchos residuos y estaremos más sanos. La Limpieza depende de cómo nos
criaron. Tenemos que ser limpios como una base, para ser viriles y
fuertes. Nuestras casas deben estar limpias. Hay un dicho ruso: “Cuando
hay suciedad hay maldad". Dios sólo entra en las cosas limpias.
Cuando entendemos la limpieza, tenemos que cultivar la pulcritud.
Debemos ser siempre conscientes de la limpieza, ya que ayuda mucho con
el respeto de sí mismo.
Después de la limpieza viene la
vitalidad, la inteligencia, una combinación de calidad, adaptabilidad y
moda que está al alcance de todos con gusto e inteligencia. No
necesariamente significa estar vestidos con la última moda, que a
menudo, significa hacer el ridículo con la intensión de no quedar en
ridículo.
En ocasiones en lugar de decir: “Me siento perezoso el
día de hoy”, nos dirigimos hacia nuestro letargo positivamente diciendo:
“Voy hacer algo para salir de esta pereza”, y nos encontramos con que
tenemos más energía de la que pensábamos.
Tenemos que tratar de
convertir nuestra negatividad en positividad. Debemos hacer todo
positivamente por nuestro deseo, por nuestra fuerza, por nuestros
esfuerzos. Si
hay una persona que está deprimida en una reunión,
puede suceder que todos caigan en la depresión. Pero si llegamos y nos
decimos a nosotros mismos: “Esta situación no puede continuar. Yo soy
fuerte, puedo cambiarlo siendo positivo", entonces la atmósfera en la
sala va a cambiar. No debemos permitir que gane la negatividad. La
persona más fuerte gana. Si la persona más fuerte proyecta negatividad,
la
negatividad gana. Cualquiera que sea más fuerte afecta a los más
débiles. Una muchedumbre puede estar en el borde del pánico y una
persona fuerte, proyectando confianza, puede pararla. En un grupo de
personas que están tratando trabajar, una persona puede elevar el nivel
de todos. Nunca podemos tener la excusa de que hay algunos en el grupo
que mantienen el conjunto en un nivel bajo, porque una persona puede
cambiar al resto -una sola persona-. Supongamos que entramos en una
habitación y encontramos a cuatro personas peleando. Vas a uno de ellos y
le dices "hola'. Usted puede decirlo de una manera tal que cambie su
humor. Luego vamos a la siguiente, le saludamos e incluso le sonreímos.
Si usted es lo suficientemente fuerte y positivo, usted le va a cambiar,
y así sucesivamente con todos los cuatro. La gente no puede ser
negativa en presencia de alguien que es realmente positivo.
La
Negatividad surge cuando sentimos o vemos algo feo o sucio o malo y lo
dejamos entrar en nosotros. Debemos reconocer y medir la negatividad
pero no dejar que entre en nosotros. Si evitamos que la negatividad
entre en nuestro interior, se ira
reduciendo hasta desaparecer.
Nunca debemos estar deprimidos acerca de las cosas que nos han
sucedido, que nos parece que eran malas. Nada es malo en sí mismo. La
vida es una escalera, hay que poner los pies en cada peldaño e irlos
trascendiendo. Lo malo es un peldaño que esta abajo, bueno son los
peldaños que están por encima. Pero un peldaño no es bueno o malo en sí
mismo. No hay nada bueno o malo; hay positivo y negativo, y hacia
cualquiera nos dirigimos nosotros mismos. No debemos pensar tanto en
nosotros mismos y en nuestro pasado. Sienta como la excitación es el
devenir. Esto es realmente emocionante.
La energía es como pequeñas células en el aire que atraen a otras del mismo tipo.
Existen dos tipos de energía - negativas y positivas. Sabemos lo que es
negativo y lo positivo. Debemos enfrentar lo que pensamos. Si es
negativo hay que decirnos a nosotros mismos: “Este es un pensamiento
negativo. Puede ser agradable, pero ya no lo quiero”
Entonces,
si pensamos en otra cosa, o leemos un libro, el pensamiento se va. Hasta
la décima vez que lo intente será difícil, pero la undécima vez ya será
más fácil. Tenemos que crear buenos hábitos. Es tan fácil crear buenos
hábitos como los
malos. No podemos saber qué es bueno o malo, pero podemos reconocer las acciones correctas y equivocadas.
La gente a menudo culpa de su estado de ánimo a las influencias
externas. No son las influencias externas, sólo las internas. Si alguien
es negativo hacia nosotros no puede afectarnos en la medida en que
permanece fuera. Sólo puede afectarnos si permitimos que llegue dentro,
si la ponemos dentro de nosotros. ¿De qué otra manera puede afectarnos
la negatividad de alguien más? Sólo puede afectarnos si le
permitimos llegar hasta dentro de nosotros si la hacemos nuestra negatividad.
Entonces lo que es externo se convierte en interno porque nosotros así lo hacemos, prestándole nuestra atención.
Si nos relajamos nuestra atención siempre estará activa, pero si
tratamos de controlar nuestra atención se cansara muy pronto. Si
forzamos nuestra atención vagaremos de un estado a otro, de una cosa a
otra. Si no intentamos forzar nuestra atención no
vagara, estará presente; vamos es a recoger nuestra energía en lugar de perderla.
Relájese y todo vendrá. Nos relajamos cuando nos olvidamos de nosotros mismos.
Podemos relajarnos sonriendo; inmediatamente el cuerpo se relaja y descansa.
Tenemos que aprender a relajar nuestros músculos, sobre todo en la
parte posterior de los hombros. Debemos tratar de sentir nuestra columna
vertebral del cráneo hasta la parte inferior – siéntala y tenga control
de la misma. Entonces no vamos a estar
cansados. Sabemos que
nuestro cuerpo tiene un límite y se cansa si va más allá de ese límite.
Sabemos que si no nos sentamos derecho terminaremos cansados. Si no nos
sentamos derecho es nuestra culpa si terminamos cansados. O nuestro
cuerpo nos ordena o le ordenamos a nuestro cuerpo. Por fuerza de
voluntad podemos entrenar nuestro cuerpo para hacer más. Tenemos que ir
poco a poco.
También lo que nos termina cansando es volver a
inhalar el aire que hemos exhalado inmediatamente. Cuando nos
encontramos cansados y deprimidos, es porque estamos recogiendo de
vuelta la misma energía que estamos expulsando. El remedio
para esta
clase de cansancio es moverse - muévase mentalmente, es decir, dirija
la atención lejos de los mismos pensamientos y de si mismo, y haga que
siguauna línea
definida, y si es posible muévase físicamente con un propósito.
Debemos recoger nuestras sensaciones. Cuando intentamos recogernos,
nuestra aura crece más fuerte. Cuando se hace esto, las sensaciones
negativas de la otra gente no pueden alcanzarnos. Pueden penetrar
solamente la franja externa de
nuestra aura. Si nos recogemos con
frecuencia y fuertemente no podemos ser tocados. Se dice que
concentrándose Cagliostro podía lanzar a alguien hasta una yarda por la
fuerza de su aura. Hay historias extrañas en los Hechos; que, cuando
alguien hacia algo en contra de los Apóstoles, de repente terminaban
muertos. Tal vez su propia negatividad terminaba volviendo a ellos. Cada
energía que proyectamos se vuelve. Cuando estamos cansados, no podemos
proyector claramente.
La más poderosa y terrible fuerza que se
proyecta en el mundo es el miedo. Obliga a los hombres a buscar la
felicidad, a desarrollar las civilizaciones y ha iniciar guerras. El
miedo está detrás de toda la irracionalidad y las emociones caóticas que
horrorizan a la humanidad; Los viejos profetas conocían el poder del
miedo; todos los libros sagrados lo reconocían.
Debemos comprender lo que significa dejar atrás el miedo.
Para realizar la Gran Obra, no debe haber ningún tipo de miedo.
El miedo es la madre del odio.
El que odia en lo poco odia en lo mucho; los odios pequeños se hacen odios grandes.
No podemos permitirlos más. Podemos llamarlos los malentendidos o por
cualquier otro nombre que gustemos. De ellos surgen y vienen las guerras
y todas las cosas horribles.
Tenemos que deshacernos de ellos.
Entonces vendrá la armonía. incluso si una persona es negativa ahora,
probablemente un día lo entenderá e intentara superarse. No importa lo
que vemos en otras personas, las cosas horribles
que vemos en ellos.
Sólo hay una manera de ayudar a las personas que odian: proyectar un
verdadero amor y humildad. Sin embargo, por acciones, no por palabras.
Probablemente con esto surgirá una fuerte reacción, pero al final la
intensión trabajara. Hay un corazón en todo el mundo, que si se toca,
ellos lograran entender.
Cuando ven alguien sincero oyen lo que
él dice. Si proyectamos sinceridad, verdad y honradez, la sentirán. No
podrán reconocerlo por el momento, pero un día lo harán. Si somos
honestos, veraces y sinceros con nosotros mismos vamos a ser de la misma
manera con otras personas y algo de esto será lo que sentirán.
Algún día lo reconocerán. Tenemos que llegar a la gente más por nuestros
sentimientos que por palabras. Hay un lado bueno en todo el mundo, no
existe alguien que sea completamente malo, como no hay nadie que sea
completamente bueno. Nadie es perfecto o de lo contrario no estaría
aquí.
La gente no entiende la tremenda fuerza de la negatividad
porque no quiere hacerse responsable de ella. No debemos alimentar
ninguna emociona negativa. Si nos tomamos en serio nuestras dificultades
las alimentamos. Si le decimos a algo que no queremos, como la vanidad:
"¡Excúseme!" terminaran por dejarnos. Debemos tratar de flotar por
encima de las dificultades, y no revolcarnos en ellas. Es muy importante
mantenerse por encima de todas las molestias. Si nos sentimos ligeros y felices seremos nosotros mismos.
¿Qué es ser uno mismo? Significa reconocer lo positiva de sí mismo. La
gente dice: 'Yo nací con un mal humor; así es como yo soy.” Que no es
exactamente ser uno mismo. Ser significa ser positivo. Ser negativo
significa no ser. Negatividad, cero, una
cantidad negativa, por
definición, no ser. Una fuerza positiva por su propia naturaleza, se da,
realiza, emerge. Para ser nosotros mismos debemos dar, prestar
atención, dar interés, entregar lo mejor de sí en cada momento. Entonces
estamos presentes,
nosotros tenemos ser.
Primero viene el
respeto, luego el amor, y entonces se da la armonía. En primer lugar
tenemos que respetarnos a nosotros mismos. La caridad empieza en casa,
es decir, en nosotros mismos. Alguien que dice: “Yo soy estúpido, soy
vulgar, soy malo” esta blasfemando contra Dios, porque Dios está en
todos. Es cierto que todos somos templos del Espíritu Santo. Cuando nos
damos cuenta de que hemos hecho algo estúpido o vulgar o malo tenemos
que decir: “Esto esta en mí; Dios sacadlo de mí,
porque no pertenece
a mí; por respeto a mi propio ser, porque mi verdadero ser no es como
esto, no voy a actuar más de esta manera”. Cuando actuamos mal estamos
actuando de una manera que no está en conformidad con lo que somos. No
podemos actuar rectamente; nosotros podemos únicamente ser, y entonces
nuestro comportamiento estará de acuerdo con lo que somos. No debemos
intentar hacer las cosas - tan sólo ser. Ser nosotros mismos, es amar a
Dios, ser amigos con nuestro
vecino. La amistad significa estar
alerta a las necesidades del vecino y listo para ayudarle. Decir: «¿Qué
puedo hacer por mi prójimo?" es pensar en uno mismo. Es ser, estar
alerta, abierto, servicial, en todo lo que sea necesario.
Luego actuará en concordancia sin tratar de hacer lo correcto.
Ser uno mismo es obedecer a la propia conciencia. La conciencia es nuestro despertador.
Toda persona tiene tres tipos de tiempo - el suyo, el que de la
naturaleza y la de el sol. Tenemos que sincronizar y verificar nuestros
relojes por el tiempo del Sol.
Conciencia significa relacionar
nuestro tiempo con los otros dos tiempos – el de la naturaleza, es
decir, del mundo en el cual vivimos, nuestros vecinos; y el del Sol, es
decir, Dios.
El Tiempo sólo existe en este nivel físico. Cuando
hemos llegado a ser no hay ni pasado ni futuro, sólo hay Ser. Cuando
estamos presentes, lo estamos cada segundo.
Entonces hemos encontrado la libertad, la felicidad, la belleza. Y la belleza es el amor.
Cuando hay amor, Dios está dentro de nosotros. Siempre que vemos algo hermoso.
Dios está ahí. Dios hizo todo lo que es hermoso, es el hombre quien
hace la fealdad. El verdadero amor no se detiene a una persona o un
objeto, si es real se dirige a todo, asciende a Dios. Nada de lo real
desaparece. Si desaparece, no es real. Lo que no es verdadero siempre
desaparece porque nunca ha existido.
Debemos olvidarnos de
nuestro Ego. Cuando encontramos algo hermoso debemos perdernos a
nosotros mismos en eso; esto es vivenciar el éxtasis.
El éxtasis
es la contemplación de la realidad. Es una emoción verdadera. El éxtasis
es lo contrario de la imaginación. Si nosotros vemos algo hermoso es
porque estamos viviendo algo verdadero. Estamos viendo un hecho real. Si
nos identificamos con las cosas en nosotros mismos nos hacen perder en
los pequeños detalles. Si nos perdemos a nosotros mismos en las cosas
más grandes que nosotros mismos, perdemos nuestros pequeños yoes y
encontramos nuestro verdadero yo.
Para ser nosotros mismos
debemos tener el valor de usar nuestra voluntad. Estamos tan
hipnotizados y absorbidos por nuestros pensamientos, deseos, y actos,
viviendo tan llevados por nuestras ilusiones, desempeñando nuestros
falsos papeles que no nos damos cuenta de nosotros mismos y hasta
olvidamos que hasta las demás personas pueden llegar a ver que estamos
actuando, cosa que nosotros no vemos.
Los únicos que nos engañamos a nosotros, somos nosotros mismos. Si no actuáramos podríamos ser nosotros mismos.
Que es más cómodo, porque no tenemos que recordar el papel que hemos jugado antes.
Debemos volver a nosotros mismos cada día, ser nosotros mismos sin la imitación.
Todo el mundo debe encontrar en sí mismo lo que puede hacer, incluso si
se hace mal al principio. Todos deben trabajar y hacer lo mejor de su
trabajo. Todo el mundo debe descubrirse a través de su trabajo. Primer
punto: el objetivo de conocerse a sí mismo, segundo punto: reconocer que
uno no se conoce a sí mismo; tercer punto: para conocerse a sí mismo,
hay que ser uno mismo. Para encontrar algo que no cambia, hay que hallar
a nuestro ser. ¿Cómo encontrarlo? Por lo que vemos en otras personas.
Lo que nos choca en otras personas es lo que tenemos en nosotros
mismos; lo que respetamos en las otras personas es lo que nosotros
también tenemos. Si reconocemos una cualidad en alguna otra persona, eso
significa que lo tenemos nosotros mismos.
Si tenemos algún
problema, sabemos que también alguien más tiene el mismo problema. Si
creemos que alguien es negativo significa que estamos alimentando
nuestra propia negatividad. Cuando etiquetamos a los demás somos
nosotros mismos
a quienes estamos etiquetando. Si hablamos
negativamente de una persona, realmente estamos hablando de nosotros
mismos. Nos retratamos a nosotros mismos con los colores que retratamos a
otras personas. Cuando la gente dice algo
desagradable sobre
nosotros, realmente nunca es acerca de nosotros, sino de ellos mismos
que están hablando, porque sólo ven en otros el reflejo de sí mismos.
Por lo tanto, si la gente dice cosas desagradables acerca de nosotros
sólo podemos sentir consideración, sentir que son tan pequeñas, incluso
si nuestra conciencia nos muestra que la causa de su hablar es por algo
que hicimos. Nos identificamos con lo que dicen, porque nuestra
conciencia nos dice que lo causamos. Esa es la razón de por que el miedo
de las personas es imaginación.
Una razón por la qué es tan
importante encontrar nuestro verdadero yo, es porque al hacerlo nadie
nos puede dañar. Nadie sabe quiénes somos. Otros pueden ver el exterior
pero no el interior, el verdadero yo. Debemos ser individuales, para
hacer que nuestras almas fuertes. Su alma puede hacer más fuerte a la
mía, la mía puede hacer que la tuya sea más fuerte. Veinte personas
fuertes podrían cambiar el mundo -individuos puros, buenos, fuertes.
Podría haber paz, siempre paz y armonía si hubiera solamente veinte
hombres que entendieran y practicaran la armonía.
Todo es tan
simple, dentro de nuestro alcance. Nosotros somos los que lo
complicamos. ¿Por qué es que no entendemos que todo lo que basta es ser
nosotros mismos, siendo reales? Pero incluso estas palabras no las
entendemos. El trabajo es para ser nosotros mismos. El Trabajo comienza
cuando aprendemos a separar de nosotros mismos lo que no somos, cuando
conseguimos el gusto de nuestro verdadero yo.
¿Por qué haríamos eso? No por satisfacernos, sino por obtener algo real y limpio para ofrecer a Dios.
Cristo dijo: "Deja todo lo que tienes y sígueme." Eso no
significa que debamos abandonar todas las circunstancias de nuestras vidas.
Significaba dejar la falsedad en nosotros mismos y ser nuestro verdadero yo. Sólo el verdadero yo puede seguirlo....