A ELLA Sobre un blanco lecho de espuma, Cubriendo con un manto de flores La morena desnudez de Diosa Buscando encendidos amores, Apareciste entre la bruma, Como sirena encantada Salida del vientre del mar, Alumbrada por la creciente luna. Con el velo de la ansiedad Me rozaste suave al pasar Y en el florido jardín De tu encendido rosal, Me invitaste a entrar, Flotando sobre las aguas De tu calido mar. En nuestro velero engalanado De encendidos pétalos mojados, Navegamos por inhóspitos mares Con olas de fuego, que en su vaivén Nos anclaron en sureños puertos De vibrantes amaneceres de frenesí. De nuestra travesía Fueron testigos el mar, Las estrella del firmamento, El bravo rugir de las olas Y un ramo de violetas Que con un beso te ofrecí, Intentando que con el alba No volvieras a partir, Dejándome solo en la orilla del mar, Sin el aroma de tu jardín.
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