Mientras llueve el tiempo no detiene su carrera
aunque el cielo cante a coro de mil gotas limpias
el oratorio profano del cielo guinda
preñando a la tierra amorosa que le espera.
Cuando caen las primeras gotas de platino
el suelo desnudo se persigna y se complace
gustan de observar por las ventanas los amantes
el apareamiento de la carne con su espíritu.
Y mientras yaces insomne atenta escuchas
el crepitar de mil seres que pacen ansiosos
a tu lado observo tu desnudez limpia y púrpura
Fluorescencias brotan de tu pubis delicioso
de nube gris eléctrica visto mi locura
lluevo sobre ti tierra fértil de mis antojos.