Krutcher podría ser considerado un "pintor parásito", no sólo por el uso de invertebrados en sus obras, sino además
porque su arte prescinde de la intencionalidad del autor,
ya que son los movimientos de estos bichos los encargados de darle vida al "arte animal".
Y es que el arte cada vez encuentra nuevas formas para alejarse de la tradicional imagen del individuo
armado de un pincel dispuesto a retratar.
El artista acude a todas las herramientas que la naturaleza le pone a su disposición, ya sea un insecto o el propio miembro
Krutcher, consultado por el diario inglés Daily Mail, aseguró que cada obra varía según
las huellas que dejan las patas de los animales, por lo cual no se trata sólo
de una forma de arte sino además de un conocimiento entomológico.
Añadió que su pintura es "sostenible" y desmiente cualquier intento de crueldad hacia los animales,
ya que los mismos resultan ilesos de la performance artística, según dice.