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La ternura es un saber dar y recibir al mismo tiempo,
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es saber aceptarnos en el momento presente,
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aprender a desarrollar nuestra capacidad
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para no vivir de la nostalgia,
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de los recuerdos o de la amargura del pasado,
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aprender a no perseguir el futuro idealizándolo
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o anticipándonos a él.
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Es aprender a aceptar realmente donde estamos.
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El camino está abierto y ya os está esperando
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mucho antes de vuestro nacimiento.
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Hay un puesto para cada uno,
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hay un amor para recibir y un amor para dar:
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el que llevas en tu interior.