-Señor, trabajo en la empresa con bastante esmero, usted nunca me pilló 'haciendo tiempo', pero siento que he sido postergado. Mire, Santos ingresó a un puesto igual al mío hace sólo 6 meses y ya ha sido promovido a Supervisor. Yo puedo hacer lo mismo que él y mejor aún, llevo más tiempo aquí.
-¡Uhmm! -mostrando preocupación, le dice el gerente:
-Mientras resolvemos ésto, quisiera pedirte que me ayudes a resolver un problema. Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy. En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigua si tienen naranjas.
Manolo se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de vuelta.
-Bueno Manolo, ¿qué averiguaste?
-Señor, tienen naranjas para la venta.
-¿Y cuánto cuestan?
-¡Ah!.... No pregunté por éso.
-Ok, ¿pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal?
-Tampoco pregunté por éso señor.
-¿Hay alguna fruta que pueda sustituir las naranjas ?
-No sé señor, pero creo...
-Bueno, siéntate un momento.
El Gerente tomó el teléfono y mandó llamar a Santos. Cuando se presentó, le dió las mismas instrucciones que le diera a Manolo y en 10 minutos estaba de vuelta.
Cuando regresó le preguntó:
-Bien Santos, qué noticias me tienes?
-Señor, tienen naranjas, las suficientes para atender a todo el personal, y si prefiere también tienen manzanas, kiwis, melón y uvas. La naranja está a 1,5 pesos el kilo, el kiwi a 2,2, las uvas a 0,9 el kilo, la manzana y el melón a 2,8 pesos el kilo. Me dicen que si la compra es por cantidad, nos darán un descuento del 8%. He dejado separadas las naranjas pero si usted escoge otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.
-Muchas gracias Santos, pero espera un momento..
Se dirige a Manolo, que aún seguía esperando estupefacto y le dice:
-Manolo qué me decías?
-Nada señor, éso es todo, muchísimas gracias, con su permiso..
Si te mides con los demás seguramente vas a encontrar las diferencias y no siempre te van a gustar.
Preocúpate por dar lo mejor de ti en todo lo que haces, sin distraerte en mirar y juzgar a tu prójimo.
Por ahí es que entran las intrigas, los celos y el camino que te conduce derecho a la perdición.
Las intrigas pueden llegar a dar flores, pero nunca darán fruto. La vida te va a dar en la misma medida que tú le des a ella.