Confesiones de un hombre muerto

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? 
Esta es la primera vez que realmente me hago estas preguntas. La razón: Hoy me enfrenté a la muerte. No es fácil pensar que el día de mañana lo puedes perder todo. Tu familia, tus amigos... tu vida. Todo lo que has hecho durante los largos años de tu vida... ¿De qué te han servido? ¿Has hecho realmente algo que valga la pena? Tu ira, tus vicios, tu compasión hacia tí mismo... ¿te han servido realmente para algo? 
¡Mamá, mamá! No llores, por favor... aquí estoy, no en esa tonta caja que están velando. Esas flores, ¿para qué las quiero? Si ya estoy muerto. Todas esas lágrimas, solo me hacen sentir peor. Tanto aquellas que lloran y caen al suelo, como aquellas que se traga la gente por orgullo. Pero al fin y al cabo son lágrimas, tristeza. Ya todo está perdido... 
Y pensar que gasté toda mi vida, haciendo sólo lo que me daba la gana. Sexo, vicios... claro, lo pude haber disfrutado en aquel entonces... ¿pero me ayudan ahora? El único placer que me dieron duró sólo un poco... y ahora me hacen sentir peor. Sigo aquí, mirando cómo mi familia entera sufre y llora... ¡Ya basta! No lo aguanto más... 
Lo peor de todo es que ahora no tengo ojos para llorar esta tortura... mirarlos, a todos ustedes, sentir su tristeza por mí... su amor hacia mí... ese amor que siempre me tuvieron, y que nunca me dí cuenta que lo tenía. Todo lo que me importaba era yo... yo, yo, yo, yo... yo quiero esto, yo quiero lo otro, no quiero hacer esto, estoy muy cansado... yo... estoy muerto. 
¿Qué hice de mi vida, oh Dios... qué he hecho? Ahí está mi hermana, pidiéndome que la perdone... por todas las veces que se enojó conmigo, porque yo le hacía la vida imposible... lo único que quería era que yo la entendiera... y ahora, ella me ruega que la perdone... no lo entiendo... 
"Manuel, Manuel, perdóname por favor... por favor, cuánto daría para que no estuvieras ahí... esperando ser enterrado... Diosito, Diosito, por favor... cualquier cosa, lo que sea, pero devuélveme a mi hermanito, por favor, lo que tú quieras, pero regrésamelo... cómo me gustaría haberlo disfrutado cuando podía... sus risas, su cariño... hasta sus berrinches..." 
¿Qué he hecho yo por ella? ¿Por mis papás? Este tormento es horrible... no sólo mi hermana, mis papás, mis amigos, primos, toda esa gente que de veras me amó... y yo... yo estoy muerto. 
¡Qué diferente habría sido, si no me hubiera enojado todas esas veces... si hubiera tenido el valor para decir... "mamá, lo siento. No quería lastimarte... lo siento." Todas esas veces que preferí no acompañarlos a sus fiestas... solo para quedarme en casa, mirando esas películas que nada me dejaban... 
¡Qué diferente habría sido, si en vez de portarme grosero con mis amigos, si en lugar de pensar en mí mismo, hubiera hecho algo por los demás... aquí estoy... aún con todas las cosas malas que hice... están llorando, ¡están llorando por mí, maldita sea! ¡¡No es justo, no es justo!! No lo entiendo, están rezando por mí... están rezando por mí... ¿Por qué, por qué? Ya veo, rezan para que yo me salve... espero que este sufrimiento no dure mucho... me gustaría que estuvieran felices por mí... porque yo estaba en el cielo, porque hice algo con mi vida... pero no es cierto... fuí un estúpido egoísta... y ellos saben que estoy sufriendo ahora... estoy seguro de que lo saben... y eso me hace sentir peor. 
Date cuenta, todavía tienes tiempo para cambiar las cosas, tu PUEDES hacer algo si en verdad lo quieres. No mañana, sino hoy. Abre tus ojos, mira que todavía es temprano. Hay tantas cosas que hacer... tanta gente dormida... como tú, o como yo, cuando todavía estaba vivo... y tan pocas, pero tan pocas gentes que realmente están haciendo algo para cambiar las cosas. Tan poca gente, y tantos que están realmente sufriendo, tantos que no tienen nada qué comer, tantos, y tantos que los torturan, tanta gente que les quita la comida, o el dinero para comprarla... 
Abre tus ojos, mira que todavía es temprano... y que puedes hacer tantas cosas, porque puede ser tu último día para hacerlas, sabes? Y yo, que insistía en ignorarlas... quizá para dejar de sentirme culpable por no hacerlas... "Mañana, mañana, hoy estoy cansado, no dormí bien, tuve una mañana horrible, no tengo ganas..." Hay tantos pretextos para no hacer las cosas, ¿sabes? Yo tenía mi propia lista... me ayudaron? Pues no, ya que estoy aquí... y mientras, toda esa gente que seguía sufriendo, y decía... "¿Por qué, Señor, confío en tí... mándame a alguien para que me ayude..." Yo estaba ahí entonces... pero no los ayudé. Me seguía de largo... si tan sólo les hubiera dado el dinero que me gasté en golosinas... "no, lo siento, no tengo nada", sin siquiera mirar mis bolsillos hasta unas calles después, y me daba cuenta que sí tenía algo... "ya nimodo, otro día será... hm... tengo sed, aquí hay una tienda. " Y yo pude haberlos ayudado... comprándoles comida, pero buena comida... 
Y pensar, que les pude ayudar. Hoy, esa gente ya no está viva. Sufrieron toda su vida, y ahora tienen su recompenza. Y pensar, que todo ese dinero que gasté en deseos egoístas, pudo haber servido para comprarles sus medicinas. O el agua que me gastaba durante más de media hora en el baño... les pudo calmar la sed... O la ropa que nunca me puse por miedo a quedar en ridículo... y ahora ni siquiera la puedo usar - pero ese pobre niño, que murió de pulmonía, pudo haberla usado. Sufrió tantas semanas por eso... y ahora, su madre, sufre aún más, porque, además de pobre, está sola. Bien, ya tendrá su recompenza.
pero yo...
estoy muerto.
¿y tú?