En aquel momento supo que las palabras de Jesús de Nazaret eran la respuesta a un estado de ensueño, en el que los hechos y las imágenes habían cobrado otro sentido para él. Desde siempre se había preguntado cual era la clave de toda sabiduría y, ahora la había encontrado en la verdadera Vida y en su infinito Amor.
Un tema de Pedro Martínez Borrego