Para todo el mal, existe la cura. Para la tristeza, una dosis de alegría
. Para la dureza de la realidad, un sueño hecho realidad.
A la expectativa, una verdad sin ilusión.
Para la decepción,
la posibilidad de un amor nuevo...
porque aunque la vida pesa de vez en cuando,
siempre hay un alivio que nos restituye la esperanza.
|