No dejes que los gritos mudos incomoden tu “YO” interior… Ni cambies la esperanza de amar, la felicidad o la prosperidad por tristeza, desilusión, soledad, desespero o pobreza de espíritu… Para poder amar y respetar a los demás, primero debes amarte y respetarte a ti mismo y, entender las mil palabras que sólo el silencio es capaz de decir….