Yo, cabeza cuadrada, puntual hasta la médula, histérica del deber, nerviosa y preocupada, seria y negativa, sentimental, anciana y chiquilla...hoy, me he comprado una sonrisa.
Decidí hacerlo todo al revés... llegar tarde, olvidar mis preocupaciones, o, al menos aparcarlas, sacudir mis hombros con alegría y dejar que mis ojos bailaran un poco de salsa caribeña. Y, ¿sabes?, ha merecido la pena... Por un momento, me he sentido casi feliz.
Tanta gente de mi entorno mirándome con extrañeza, incomprensión absoluta, incredulidad, sencillamente han llegado a poner en duda mi estabilidad mental...y me he reído, y reído, y reído... ¡qué necesidad, qué descanso!...
Hoy, he decidido que todo puede esperar un poco, las guerras seguirán sin mí, el dolor... ese dolor de siempre, obligado a relegarse a un rinconcito de mi alma y mi cerebro, mañana, no lo sé, mañana no existe aún, estoy anclada en hoy, porque soy ¡tan rica!, era muy muy cara, pero hice un gasto extraordinario y.... ¡me he comprado una sonrisa!
(Autor desconocido)
| | | | |
|