Enamórate de un hombre de verdad; uno que te persiga con la mirada, como un león hambriento; y que se pierda en el brillo de tus ojos, aún en la oscuridad.
Enamórate de un hombre, para el cual tú seas la única mujer en este mundo, y que sea capaz de construirte un castillo, aunque sólo tenga lápiz y papel.
|