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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: amorcito  (Mensaje original) Enviado: 04/10/2009 22:37

 

EL ABRAZO DEL MUERTO  

   En la ciudad de Sagunto, obligada por sus padres gente noble si, pero de pocos caudales, caso doña Amparo de la Mediavilla con el noble cuatralbo de la Marina Real, Don Gonzalo de los Arcos que poseía grandes riquezas y  posesiones  pero que era ya muy anciano decrepito y achacoso. Doña Amparo sientiose enormemente desgraciada el mismo dia de la boda, pero pensó que como era tan viejo ella tendría calma y paciencia pensando en lo rica que seria a la muerte de su ya viejo esposo, cosa natural siendo ella tan joven. Un día se presento en el palacio de los Arcos uno de sus deudos, llamado don JUAN de Dios Casanovas, quien comunica al caballero que había encontrado un hijo bastardo que este tuvo en Perú cuando  fue secretario de cámara del Virrey. El joven vivía miserablemente y desconocía su noble origen. Emocionado don Gonzalo, al saber que vivía aquel hijo al que suponía muerto en el sitio de Cartagena de Indias. Automáticamente ordeno que con la mayor brevedad posible le trajera a su lado, por que quería instituirlo heredero universal. Doña Amparo había  escuchado furtivamente aquella conversación escondida detrás de unos cortinajes y al ver perdida la herencia  que tanto codiciaba escapo aquella noche del palacio y se fue a una calle  donde busco una puerta que decía JEHOVA ES GRANDE. DAVID.  Mirando  hacia atrás por si era vista. La dama le contó a David el israelita, su desventura diciendo que esperaba que él, le diera la solución para que no fuera así. Este adivinando que doña Amparo quería enviudar antes de que su decrepito esposo pudiera nombrar heredero a su hijo, le entrego un frasco indicándole que vertiera todos los días unas gotas en el agua que bebiese don Gonzalo, esto lo mataría lentamente y sin peligro que lo descubrieran, ella se escondió el frasco y, entonces el judío extendió un documento para que ella lo firmase, según el cual le tenia que pagar a la muerte de su marido 1000 escudos de oro en cuanto tomase posesión de su herencia. Algún tiempo después en medio de dolores y agudos sufrimientos falleció don Gonzalo sin que los médicos conocieran el origen de la enfermedad que se lo llevo a la tumba. Llego el día de la lectura del testamento y la viuda vio con estupor y con rabia que no le había dejado nada a ella todo pasaba a manos de su hijo el bastardo.  Llamo desesperada al judío para que le devolviera el documento firmado por ella, a lo cual el judío se negó, incluso le dijo que si no le pagaba la denunciaría a las autoridades, lo único que le indico es que si no tenia dinero lo que podía hacer era quitarle al muerto un medallón que este llevaba en el pecho, y que se lo entregara esto, cubriría la deuda. Ella no se atrevía pero no tenia ninguna salida, así que por la noche en la iglesia de la Merced donde estaba el difunto de cuerpo presente, cuando se fueron todos, doña Amparo se acerca al ataúd,  su marido con los brazos cruzados apretaban sobre el pecho el gran medallón, ella tenia mucho miedo, pero se armo de valor y logro apartar los brazos, se inclino un poco mas y al soltar los brazos para cojer el medallón la rigidez del músculo muerto los torno a su posición normal, primitiva, atenazando así el cuello de la dama. Ella se sintió prisionera anunciando una especie de locura terrorífica la cual invadió su cuerpo, y entre estertores y espasmos falleció al instante sobre el cuerpo sin vida de don Gonzalo de los Arcos. El Dios de la justicia unió en apretado abrazo postrero a la victima y a su verdugo.

EL CUERPO DE SAN VICENTE  

   Después de la batalla del Guadalete, en la que pereció don Rodrigo, y con la dominación  goda, los árabes ocuparon toda la Península excepto las montañas de  Asturias y Sobrabe.  Valencia fue dominada, como el resto de España, por los sarracenos, y algunas familias valencianas, no queriendo someterse al vencedor, emigraron a Asturias con algunos monjes que se llevaron las reliquias de  los mártires para librarlas de la profanación musulmana. Una vez a salvo, erigieron un templo donde venerarlas y levantaron sus viviendas en torno a el, dando origen a la ciudad de Oviedo.  El Califa de Córdoba, Abderraman I , decreto que fueran convertidas en mezquitas árabes todas las iglesias de los cristianos e hicieran desaparecer las reliquias de sus santos.  Los cristianos que en el 780 habían quedado en Valencia  vivían todos reunidos en un barrio que rodeaba la iglesia que  donde se conservaba el cuerpo de San Vicente mártir. Alarmados ante el decreto del califa, se reunieron en busca de los medios necesarios para burlar aquella orden y poder continuar sus practicas religiosas, poniendo a su vez a salvo el cuerpo del  mártir. Como no encontraron otro remedio mas seguro decidieron emigrar, así que se embarcaron con la santa reliquia y bordeando las costas españolas llegar a Asturias, donde libremente podían poner en practica sus creencias, y sin perder tiempo trasladaron los restos del cuerpo del santo a una nave , y bajo la custodia del dean,  algunos religiosos, y cuantas familias quisieron unirse, con pocas provisiones, se embarcaron confiando en la protección divina.  Navegaron  por el Mediterráneo y llegaron hasta el Atlántico, cuyas olas hacían  cabecear la nave que dejaba absortos ante  su grandiosidad. Se acercaban a la costa y quedaban maravillados por la frondosidad y belleza de aquellos paisajes naturales, que resulto ser los Algarbes. Siguieron navegando entusiasmados hasta que se acercaron a una gran montaña que se entraba en el mar conocida por los marineros con el nombre del promontorio Sacro.  Y los cristianos desbordados por la emoción lo bautizaron con el nombre de Cabo san Vicente, por pasar el cuerpo del santo tan cerca de el, El dean propuso quedarse en aquella hermosa tierra y levantar una iglesia allí pero por miedo a los sarracenos  prefirieron seguir la ruta. De pronto una gran sacudida hizo perder el equilibrio a los ocupantes del barco y temían una gran desgracia, pero de pronto se dieron cuenta de que habían embarrancado, no cabía otro remedio que aligerar el peso del buque desembarcando a las personas y  echando al agua el cargamento, ocuparon los botes y con gran esfuerzo pues las olas eran  gigantescas, llegaron a la costa. Exploraron la tierra por si habían también dominada por los moros pero no encontraron pruebas de ello, asi que se resignaron y pasaron la noche esperando que a otro día pudieran reflotar la nave nuevamente. Al siguiente día en la pleamar pudo salir el barco nuevamente, pero de pronto divisaron a lo lejos las inchadas velas de un navío, temiendo que fueran piratas africanos el dean propuso que todos se quedaran en tierra escondidos, mientras escondían la nave y que volverían a por ellos.  Pasaron largas horas y cuando comprendieron que había pasado el peligro salieron a esperar su navío para que los recogiera , pero no veían ninguna embarcación. Y en esa espera paso el día entero y el siguiente y la nave no volvió a aparecer, ignorándose siempre la suerte que  había ocurrido.  Todos se postraron de rodillas para dar gracias a Dios por haberles protegido y salvado la vida, decidieron acatar la voluntad divina y eregir allí un santuario donde venerar la reliquia del mártir, construyeron alrededor unas toscas viviendas y formaron un poblado al que dieron el nombre de San Vicente.  En santa paz vivieron durante barias generaciones es de suponer al amparo de algún tratado de paz con los moros vecinos que ocuparon el  Algarbe y toda la costa occidental lusitana conservaron su fe y dieron culto al santo hasta 1112, en que hostigados los musulmanes por el rey de Portugal, Alfonso Enrriquez, que les iba conquistando plazas entraron en el poblado de los cristianos al mando de Habul Hacen, llevándose cautivos a todos los cristianos de  San Vicente y arrasando el templo y sus viviendas.  Cincuenta años mas tarde tras varias victorias sobre los sarracenos, el rey  de Portugal Alfonso Enrriquez conquisto Lisboa y entre los prisioneros árabes algunos cristianos cautivos revelaron al rey donde había sido enterrado los restos de San Vicente.  El rey  decidió rescatar la reliquia y firmando una tregua con los árabes desde Lisboa en una nave llego al cabo San Vicente y llego a las ruinas del templo, donde vio varios cuervos posados sobre el sepulcro que los cristianos habían construido en una bóveda subterránea. Allí saco el santo cuerpo y lo traslado a la nave, volviendo con el a Lisboa, acompañado siempre de los cuervos que custodiaban el sepulcro y que dieron origen a las armas de la ciudad lusitana. Fue depositado en la iglesia mayor, mientras se construía el templo de San Vicente, en 1173; después fue trasladado a la ciudad de Braga donde se conserva.

EL PASTOR DE LA ALBUFERA 

   Cerca de la albufera valenciana hace ya muchos años, un pastorcillo iba todo el día a apacentar sus cabras. Era casi un niño y cuenta la leyenda que vivía solo en una pobre cabaña entre la laguna  y el mar. Todos los días  paseaba por la dehesa sin mas compañía que  su ganado,  entre los pinos y las zarzas, cuando el sol calentaba el pastorcillo se sentaba al pie de un recio arbusto para solazarse  con el sonido melódico de su flauta. Al eco de la música acudía siempre una pequeña culebra que permanecía junto al muchacho largo rato haciéndole compañía. Tan solicito era el reptil que día tras día fueron estrechando una extraña amistad que hasta sus vecinos llego a inquietar. El deseoso de poder llamarla de alguna forma le puso por nombre Sancha, y tanta fidelidad le demostró que llego a  agradecerle su visita como si se tratase de una amiga, el reptil por su parte en cuanto oía la flauta seguía alegre el ritmo de la melodía. Así fue transcurriendo el tiempo y los dos extraños e insólitos compañeros se sintieron aliviados en su soledad. Pero el pastor cumplió la edad para prestar sus servicios a la patria y no tuvo mas remedio que dejar sus cabras su flauta y lo que más le dolía la compañía de su amiga Sancha, Pasaron  diez años lejos de la dehesa se hizo un hombre encontró nuevos amigos, pero el recuerdo de Sancha y su compañía en sus días de soledad no lo había olvidado nunca.  Deseoso de volver a verla y evocar su juventud decidió volver a la Albufera y se fue a caminar un buen rato  entre  zarzas y matorrales, y llego al  pie del arbusto donde se sentaba a tocar la flauta, llamo entonces a Sancha y, tras un rumor de hojas secas, la culebra apareció ante él; pero ya no era el pequeño reptil, si no que su cuerpo había crecido en tal proporción que  el militar se asusto y quiso huir, pero no le fue posible, por que Sancha más rápida se abalanzo para abrazarle y sé enrosco alrededor de su cuerpo, el joven pálido de terror noto que  se estrechaba hasta dificultarle la respiración, mas no tuvo defensa alguna. Sancha emocionada estrujandole cada vez con mas calor, le quebro los huesos y acabo asfixiando con su viscoso cuerpo a su gran amigo.

GARCERAN  GUERAO DE PINOS  

   En el siglo XII, Alfonso, emperador de Castilla, sostenía reñidas batallas contra el rey moro de Granada. El conde de Barcelona acudió en su ayuda fletando naves catalanas y genovesas. Era almirante de las primeras Galceran Gerao de Pinos. En su afán de victorias se adentro demasiado en territorio ocupado por los sarracenos y cayó prisionero. Sus padres , los señores de Baga, estaban desesperados. El  conde de Barcelona se puso en tratos con el rey musulmán para ver que rescate pedían por el almirante. El monarca granadino, enfurecido por la perdida de ALMERIA, pidió un rescate exorbitante: cien mil doblas, cien caballos blancos, cien vacas, cien paños de oro de Taurin y, lo que era peor de todo, cien doncellas. Los señores de Baga se horrorizaron ante la ultima condición, y aun sintiéndolo mucho no podían consentir que por rescatar a su hijo cien familias fueran desgraciadas por la perdida de sus hijas. No obstante, fueron muchos los poderosos señores que opinaron que el pueblo debía de sacrificarse, ya que el almirante significa mucho para la cristiandad A si que el que tuviera cuatro hijas debía entregar dos, el que tuviera dos una, y el que tuviera una se sortearía  con otro que tuviera también una. Recogieron todo y embarcaron todo lo que exigía el rey moro y partieron para embarcar en la playa de Salou.  Entretanto el prisionero estaba pasando penalidades en una lóbrega mazmorra, con el también se encontraba el señor de Sull. Varias veces intentaron evadirse pero no fue posible. Galceran solo soñaba con su casa de Baga sus salones sus jardines y su capilla, el recuerdo de esta le trajo a la memoria el pensamiento de encomendarse a san Esteban el patrón de su casa, rezo con mucha devoción al santo su salvación. Termino de rezar y vio como se abría la mazmorra y un hombre lo cojio de la mano y lo saco hacia fuera, el almirante siempre cortes miro al señor de SULL y el hombre le dijo que rezara y se encomendara al santo patrón San DIONISIO el cual también acudió en su ayuda para ponerlo en libertad. Se pusieron en camino a media noche y vieron al clarear el día que ya estaban cerca de la playa de Tarragona. Continuando por el camino de Baga, vieron de pronto en las arenas de Salou, una gran aglomeración de gente. Eran las doncellas que que iban a embarcar para entregarse como rescate de Garceran, al reyezuelo moro de Granada. Todos celebraron con gran jubilo la liberación del almirante, y cuando mas tarde VALENCIA fue conquistada, Galceran Guerao de Pinos mando levantar la iglesia de San Esteban,  de aquella capital, en acción de gracias.

LA  ALBUFERA DE  ANNA 

   En los montes inmediatos a la esplendida laguna Valenciana  cazaba un día el conde de Cervellon, señor territorial de Anna, acompañado de otros caballeros. El tiempo era agradable y la animación de la caza contribuía a  que los reunidos se encontrasen satisfechos en aquellos andurriales. De repente, el Conde lanzo una exclamación de contento acababa de herir a un ave que parecía un ermoso ejemplar. Abandono el grupo y  corrió tras ella hasta bajar la pendiente del monte y llegar al valle. Su criado pudo seguirle, aunque con cierta dificultad, y llegar jadeante hasta el. Pero he aquí que el Conde, cuando iba a conseguir su presa, se sintió atraído por la visión insospechada de una cueva que llamo su atención; antes tapiada, por las recientes y torrenciales lluvias cuyas  huellas aun corrían por el valle.  Curioso el Conde penetro en la gruta seguido por su criado ¡ cual no seria la sorpresa de los dos cuando descubrieron a pocos pasos un manantial artificial, perfectamente construido, junto a un gran recipiente distribuidor de , con potillos, algunos de ellos cubiertos por compuertas de cristal. Comprendió el Conde que aquella obra antiquísima y perfecta era nada menos que  el artificial nacimiento de las aguas de Anna, y aquellas compuertas daban paso al rio subterráneo que desembocaba en las fuentes de la  Albufera y en otros manantiales tenidos por naturales entre los habitantes de aquellos contornos. Cuenta la leyenda que tan compleja  construcción fue fabricada en tiempos de los moros, o quizás en épocas anteriores y que algunas de las compuertas que encontró el Conde cerradas serian otros tantos conductos de agua destinados a terrenos  asimismos  favorecidos en la antigüedad. Las guerras y los continuos desastres políticos de entonces pudieron dar al olvido esta obra que  continuo  siglos y siglos  con las compuertas en igual disposición y que, con los años, fue ocultándose a los ojos de los escasos  moradores de aquel monte que acabaron por ignorarla. Solo de manera casual y después de muchos siglos la descubrió el Conde  de Cervellon. Pero comprendiendo que no podía dar publicidad al hallazgo, ya que en este caso serian inevitables las reclamaciones, decidió guardar el secreto, deseoso de proteger su señorío. Una vez repuesto de su  estupor, ordeno a su criado que le acarrease piedras en abundancia, y con arena y un poco de agua tapo lo mejor que pudo la entrada de la gruta. Después trasplanto algunos matorrales sobre la húmeda construcción y quedo el terreno liso y llano y tan perfectamente oculto, que nadie ha podido tan siquiera sospechar el lugar aproximado de su emplazamiento.

 

     

 LA LEYENDA DE LA BRECHA DE BENIDORM

   Yendo hacia Benidorm, por la carretera de la costa po por la autopista, a la altura de la localidad se divisa una extraña brecha en medio de la cima del Puig Campana, el más espectacular de la Sierra de Bernia. Justo en frente, en medio de la bahía de Benidorm, a unos 14 Km. en línea recta de la brecha, se divisa un islote, el Islote
de Benidorm.  Si prestamos atención a la forma de los dos lugares, veremos que parece que se corresponden, como si el islote fuera justo la parte que le falta a la montaña. Por supuesto, estamos ante un lugar con leyenda, que seguidamente pasaré a relatar.  Hace muchos siglos, en este lugar vivía un pacifico gigante cuyo nombre era Roldán. Su vida era triste ya que ya no quedaban por la zona más gigantes que él y los humanos le temían por su fuerza y aspecto, así que huían de él en cuanto lo divisaban. Un buen día, al ir a buscar agua a una de las fuentes de la Sierra se encontró con una muchacha que recogía agua. La muchacha lejos de huir, al verle le sonrió y Roldán pudo al fin mantener con una conversación amable y cordial con un humano. Fue tan importante para Roldán este simple hecho, que se enamoro perdidamente de la muchacha y esta también le correspondió con su amor. Vivieron felices e una cabaña que se hicieron en la Sierra, pero un desgraciado día, cuando Roldán regresaba de cazar, se encontró con un desconocido vestido de negro que le advirtió que debía ir urgentemente al encuentro de su amada ya que estaba gravemente enferma y moriría al ocultarse el sol. Roldán desesperado, subió de un par de zancadas a la cima del Puig Campana y le dio una patada. Del golpe desprendió de cuajo un pedazo de la cima de el pico y esta voló hasta el mar, así pretendía que el sol entrara todavía por la brecha que acababa de hacer, pero enseguida vio que no era suficiente. Tomó a la muchacha en brazos y corrió hacia la brecha abierta para que le llegara los últimos rayos del sol. La mujer murió en brazos del gigante cuando el sol inevitablemente se oculto. Roldán entonces, bajo a la playa con su amada en brazos, entró en el mar y depositó el cuerpo de la muchacha en el islote formado por la roca arrancada de la brecha. Luego, abrazado al islote se dejó morir ahogado....bonita historia de amor aunque con un final triste, aunque ya para siempre y por los siglos de los siglos, descansan los dos juntos hasta la eternidad.

LA CUEVA DEL MONJE  

   En  época lejana y remota, en él magnifico monasterio de Santa Divagáis enclavado en Benimafet, vivía un monje, cumplidor de las normas y reglas monásticas, que edificaba en su virtud a otros frailes. Aquel santo barón no se permitía la menor licencia y ni él más ligero goce en su vida diaria, sazonaba su comida con ceniza con sal, se ofrecía  para los más rudos trabajos y su cuerpo se lo mortificaba con las continuas disciplinas. Un día llamaron a la puerta del convento. Nuestro hombre, envuelto en sus raídos hábitos salió a abrir quedando asombrado y hasta sobresaltado por la inmensa y  penetrante belleza de la fragante doncella que tenia ante sus estupefactos ojos.  Ella pidió ser escuchada en confesión y el fraile al momento, se  presto a complacerla. Pero, desesperadamente enamorado de la hembra, le impuso la penitencia de regresar allí a  cabo de los dos días.  Aquella noche, en sus rezos de maitines estuvo tan abstraído, tan obsesionado con la imagen de la penitente, que sus labios repetían las oraciones de manera monótona, pero su pensamiento no se apartaba ni un segundo de aquella maravillosa muchacha que le había conturbado el espíritu.  En lo más profundo de su conciencia se entablo una dolorosa y  casi sangrienta lucha, porque el pobre fraile notaba que una herida se había  abierto en lo más hondo de su corazón, entre los deberes que el mismo se había impuesto al aceptar las normas religiosas que sus hábitos y creencias le obligaban, y aquella súbita   penetrante y, ardiente pasión, que la joven había encendido en  aquel corazón suyo que ahora suponía sangrante. El se sentía culpable y redoblaba sus sacrificios. Pero la devoción había escapado de su alma como por arte de birlibirloque y las practicas religiosas le hastiaban. Su vida toda se iba tras el amor inspirado por la joven y rutilante doncella y al cabo de los dos días, al volver a verla la  pasión estableció sus reales. El monje aquella noche salta la tapia del convento silenciosamente mientras la comunidad dormía y se encontró con su bella joven que le esperaba. Antes del amanecer volvió al convento y nadie se dio cuenta de su ausencia. Esto lo fue repitiendo a lo largo de muchos días. Hasta que fue descubierto por el superior que una noche lo vio como volvía, el que lo consideraba el dechado de virtudes alguien a quien imitar. El prior lo amonesta muy severamente y con gran dolor lo tuvo que despedir de la congregación a el al mas admirado y querido de sus hijos. Apenado, y puede que quizás arrepentido por la gravedad de la falta cometida, el fraile se marcha del convento. Sus largos años de vida piadosa que abandonaba al irse al placer humano, adquirieron una fuerza poderosa que lo arrastraba tras sí torturándole, en confusión y desasosiego camino largo rato. Tropezó, por fin con una profunda cueva cavada en una roca y se refugio en ella. Allí entregado a la oración y a la penitencia, alimentándose solo de hierbas, flagelándose de continuo sin piedad intento exculpar sus  culpas, muriendo al poco tiempo de hambre y frió.  Su cadáver, fue encontrado meses mas tarde por un pastor que fue a LA CUEVA DEL MONJE.refugiarse en la cueva un día de tormenta, cueva que desde entonces se conoce en toda la comarca como la cueva del monje. 

LA ESCALA DE LA DONCELLA  

   En el pueblo de Mogente, enclavado en la hermosa y fértil huerta  valenciana, de esplendida vegetación, se ven los restos de un antiguo castillo del tiempo de los árabes, y trozos de muralla, en cuyo recinto debe de encerrarse la población en aquella lejana época.Por el pueblo corre el rio Bosquet, seco en en epoca de estiaje. Este rio, a la entrada del pueblo corre encajonado entre dos altas montañas que presentan curiosos relieves grabados en las roca, posiblemente producidos por la erosión de las aguas. Cada uno de estos relieves tiene su nombre y su leyenda, y es entre ellos famosa una gran escala ( escalera )  de grandes peldaños que labrados en la roca viva, se remontan hasta la cima de la montaña, y que los aldeanos conocen  con el nombre de la escala de la doncella.En época del emirato árabe, en los turbulentos tiempos del segundo Abdalazis, era señor de Mogente un musulmán ilustre,guerrero valeroso, gran aficionado a la literatura, poeta y amante de la naturaleza, se llamaba Mohamed Ben Abderraman Ben Tahir.El,vivía con su hija una maravillosa doncella, mas hermosa que las estrellas y solo comparable a  las huríes del par, su padre era lo que mas quería del mundo, por eso se preocupo de cultivar su inteligencia trayendo  al mas sabio de su tiempo, al cual tuvo que rescatar de los  almohades pagándoles una cuantiosa fortuna por el.La exquisita doncella se llamaba Fatima de los Jardines,  y había heredado de su padre la pasión por la naturaleza y para complacerla mando construir Mohamed una avanzada torre que unida al palacio por un pasadizo, se erguia como soberbia atalaya al borde del arroyo.Allí pasaba la doncella largas horas queriendo descifrar  los relieves de las rocas y contemplando el paisaje , mientras el sabio le iba enseñando,las ciencias y las letras y también en las ciencias ocultas y la hizo penetrar en los secretos de la magia, con todas aquellas enseñanzas ella llego a ser una joven  de cultivado espíritu y exquisita sensibilidad.  El padre se complacía contemplando a su hija pero a pesar de todos sus desvelos  y cuidados la doncella no era feliz; su mirada reflejaba tristeza y melancolía, ni los regalos , ni las joyas ni los desvelos de su padre le alegraban, siempre con actitud soñadora parecía contemplar el paisaje. Trato de distraerla Ben Tahir llevándola a  las suntuosas cortes de Andalucia, donde deslumbraba a los árabes mas ilustres que la solicitaban por esposa, pero ella los rechazaba a todos y solo quería volver a la torre y vivir en completa abstracción.El padre preocupado decidió preguntar al sabio preceptor, quien le respondió.Tu hija a descubierto la existencia de un palacio encantado de maravillosa riqueza a cuya entrada conduce la misteriosa escala; pero como esta no fue echa  para mortales no se puede subir por ella, yo conozco otra entrada al palacio pero es muy peligroso puede quedar allí encantada para toda la eternidad.Ben Tahir exigió al sabio que lo llevara a el y a su hija al palacio y que si les pasaba algo le cortarían la cabeza, haciéndolo a el responsable.Aquella noche al primer canto del gallo, estaban los tres al pie de la escala, el sabio encendió una antorcha y sacando u viejo libro de magias y grimorios leyó en voz alta unos conjuros. Al terminar la pajina se oyo un estruendo, y el siguió leyendo impasible, al terminar la segunda pagina se oyo otro estruendo,mas profundo, y prolongado, y los dos pudieron ver una profunda grieta abierta en la montaña, al terminar la tercera pagina se rompió el molde de piedra y lentamente fue separándose las dos partes y quedo una entrada que los deslumbro por los resplandores de las columnas de esmeraldas y muros de piedras preciosas, el anciano toco un silbato y a esta señal entraron mientras fuera el sabio seguía leyendo su mágica lectura.Al cabo de una hora toco de nuevo el silbato y salieron  los dos visitantes, mientras detrás  de ellos se cerraba con un sordo rugido la montaña.Grandes maravillas vieron en ese palacio encantado, tanto que al sabio le dieron la libertad para que se fuera a su país, solo con la condición de que les dejara su libro de magia.   Pasaron varios años de dicha para Fatima y su padre, hasta que un día terrible en el que no encontraban a la sultana por ningún lado. Ben Tahir lloraba por la desaparición de su amada hija, sus esclavas solo sabían que había salido con un siervo y que le dijo que la esperara al pie de la ESCALA hasta que ella volviera, pero por mas que espero ella no volvía. El padre al oírlo corrió como un loco y a grandes gritos llamaba a su hija. En el centro de la tierra se escuchaba el lastimero quejido de Fatima que había quedado prisionera en el interior del palacio encantado ,desesperado el padre mando a todos sus siervos a demoler la montaña, pero por mas que cavaban para libertar a la doncella se estrellaban contra la roca maciza, no encontraban ni el menor hueco por donde picar, hasta que se dieron por rendidos por la fatiga. El padre se fue a África en busca del sabio para que le ayudara pero este estaba muy enfermo y le dijo que su hija estaría allí por toda la eternidad, y el sabio murió.El buen musulmán  con el corazón destrozado  ante el fracaso de su viaje , murió de pena poco después. Fatima de los Jardines continuo su angustioso lamento atrayendo a  los habitantes de aquellas aldeas que acudían cada noche a escucharlas conmovidos.Cada cien años aparece lujosamente ataviada descendiendo, majestuosa por la escala en espera de que algún mortal que llegue a desencantarla. Son muchos los habitantes de aquel país que la han visto sin que haya llegado el feliz mortal que, siendo capaz de de librarla de su encantamiento, pueda poseerla.

LA LIBERACION DE ORIHUELA  

   Los arabes de Alicante habian decidido sublevarse contra los cristianos para deshacerse del yugo de Catilla. Era entonces alcaide de Orihuela el moranco Benzaddon,quien habia tenido en tiempos, de nodriza de sus dos hijos, a una cristiana a la que profesaba gran cariño. Esta buena mujer, conocida como Armengola, por ser la esposa de Pedro de Armengol, vivia en el arrabal mozarabe Roche ( el rojo ) conocido posteriormente por Rabachole. La conjuracion estaba preparada para el dia 16 de Julio de un año que se ignora asi que por su aprecio hacia Armengola, su antigua nodriza,Benzaddon la aviso de que se viniera con toda su familia a refugiarse en el interior del castillo. Pero Armengola al enterarse de lo que se preparaba para los cristianos no se conformo con salvarse ella y su familia si no  que ideo la manera de librar a todos los creyentes de la terrible matanza.   A si que  los previno con el mayor secreto y organizo habilmente una estrategica maniobra para adelantarse a los moros.  La vispera de la cojuracion, cuando aun era de noche cerrada eligio a dos jovenes cristianos de los mas valientes, Ruidons y Juan de Arun, y los vistio con ropas de sus hijas, dentro de ellas ocultaron todas las armas posibles, y en compañia del marido  Pedro de Armengol se encaminaron los cuatro al castillo del alcaide moro donde los guardias tenian orden de dejarlos pasar. Nada mas entrar Ruidons y Juan de Arun se dirigieron con sus disfraces hacia los guardianes y sin darles tiempo a gritar les dieron muerte y al momento atrancaron las puertas para que no saliera nadie a avisarle, pero los  guardianes que venian a reemplazarles al velos avisaron y aquello se lleno de morancos dede el interior del castillo mandados por el propio alcaide. Los cuatro lucharon  heroicamente y con un animo digno de alabanza en una lucha tan desigual pero que la  habilidad  y merito hizo mas que las propias armas. Tal fue el panico que la mujer de Benzaddon creyendose perdida, se arrojo por una ventana con una de sus hijas. El alcaide furioso por la traicion de Armengola lucho enfurecido he irio mortalmente a Juan de Arun que quedo ensangrentado en el suelo. La  Armengola entonces corrio  a una de las salidas y aviso a los cristianos que esperaban una señal amparados en la oscuridad, y al mando de la valerosa hembra irrumpieron en el castillo ocupando las torres y poniendo en lo alto la cruz La  lucha que se desencadeno entonces por los cristianos que superiores en numero dieron muerte al alcaide y a todos los habitantes del recinto moranco.  Terminada la batalla los cristianos bajaron a las mazmorras y liberaron a todos los prisioneros que tantas calamidades habían pasado de hambre y sufrimientos tantos años.  Cuando a la mañana siguiente el ejercito sarraceno se dirigió ignorante de todo lo que había ocurrido, al arrabal Roche a perpetrar la matanza que se les había ordenado se  vieron sorprendidos por la hazaña de Armengola. Ya  se disponían a  presentar batalla contra ellos  como venganza cuando recibieron la noticia de que don JAIME I  el conquistador avanzava sobre  ORIHUELA.  Los moros viéndose perdidos emprendieron la huida para salvar la vida. Al día siguiente todos los cristianos de ORIHUELA  recibieron con clamores a don  JAIME I  y celebraron, jubilosos, su liberación, Todavía hoy se cuenta este histórico y heroico suceso, y hay quien dice que la victoria que obtuvieron los cristianos en el castillo fue debida, en gran parte a la intervención de las  santas Justa y Rufina que se transformaron en luceros, colocándose una en la torre del homenaje y otra  sobre los torreones del arrabal. Desde entonces, todos los años, el día 17 de julio, celebra Orihuela el aniversario de su liberación con luminarias que se encienden sobre las ruinas del famoso castillo.

 

 



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