No existe un origen real para el temor,
pero si hay un verdadero sentimiento de temor.
Si el temor no tiene un origen real y si es un verdadero
sentimiento: ¿De adónde proviene el miedo?
Lo estamos creando.
La restricción ayuda a producir el sentimiento del temor.
Tus sentimientos sobre algo son lo que estás
haciendo dentro de tí.
Es tu energía que sigue a tus pensamientos o percepciones.
Podemos experimentar las cosas que no tienen un
verdadero origen.
Pero la mente y las emociones no lo saben y pueden
vivir en temor y amplificarlo, usándolo como la razón para
no desempeñarse en el mundo.
Tu diálogo interior vendría a ser algo así:
“¿Qué pensarán de mí? ¿Y si fracaso?
¿Y si no sirvo para nada? ¿Y si cometo una equivocación?”
La cura para el temor es la empatía.