Busca la cura para sus males bendiciendo la vida, su vida. No se dedique a maledicencias, falsedades e intrigas. No siembra discordias, como todos los demás, ese vicio no produce nada bueno para ti. No quiera ser el que juzga, nadie le dio ese derecho. No quiera ser lo que condena, mientras sin percibir, construye una celda a su alrededor. No quieras ser lo que envenena, mientras bebes la mitad del mal que dedica al otro. Cura, entregado a Dios, si hasta Él perdona, ¿quién es usted para sostener la mano pesada para juzgar o condenar a alguien? No se vea tan grande cuando está tan cerca del suelo, la pequeñez de sus actitudes es lo que te tira de la alfombra, es lo que te hiere la carne, lo que te quita el sueño, no es el otro, lo que hace o no, Dice. Lo que realmente te hace mal es dispensar la belleza de las flores y preferir lastimar las manos mientras dispara espinas en la vida de quien no quieres bien. Mientras usted busca la infelicidad del otro no percibe que el único infeliz en la historia es usted.- Rosi Coelho -
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