El Arte de la Paz
El Arte de la Paz no
se apoya en armas ni en la fuerza bruta para triunfar; en lugar de eso nos
afinamos con el Universo, mantenemos la paz en nuestros ámbitos, nutrimos la
vida y evitamos la muerte y la destrucción.
En el Arte de la Paz
no hay contiendas.
Vencer significa
derrotar la idea de disputa que albergamos en nuestra mente.
Herir a un oponente
es herirte a ti mismo.
El Arte de la Paz es
controlar la agresión sin producir daños.
El Arte de la Paz es
la religión que no es una religión; totaliza y completa todas las religiones.
Agradece siempre,
incluso las derrotas, las penurias y a las personas malas.
Aprender a moverse
con tales obstáculos es una parte esencial del entrenamiento en el Arte de la
Paz.
Practica siempre el
Arte de la Paz con vitalidad y alegría.
Para practicar
adecuadamente el Arte de la Paz debes: calmar el espíritu y retornar a la
fuente.
Sentir eterna
gratitud por los dones recibidos del Universo, de tu familia, de la Madre
Naturaleza y de tus semejantes.
Arroja fuera de ti
los pensamientos que limitan y regresa a la verdadera vacuidad. Sitúate en el
medio del gran vacío.
Este es el secreto
del camino del guerrero...
Morihei Ueshiba
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