No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar la pausa y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas, que la vida es eso,
continuar el viaje, perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo, correr los escombros
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el viento muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y también el deseo,
porque has querido y porque te quiero,
porque existe el vino y el amor es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto.
Recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos.
Desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda
y se calle el viento.
Aún hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños,
porque cada día es un comienzo nuevo
porque ésta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás sola,
porque yo te quiero.
(La metáfora poética no necesita explicaciones...)
Mario Benedetti, ensayista, poeta, escritor. Uruguay, 1920-2009