Sed inmensa
Tuve una vez un amor que no fué mío, que fué espejismo, humo, ilusión, sueño, y se fué danzando como una hoja en el rio, buscando otro árbol que fuera su dueño...
Y fué como un castillo de blanca arena, que a merced de las olas se disolvió, una sed inmensa que dejó honda pena y otro mar de ausencia que me rodeó...
Busco en la noche su mirar, su aroma, su rumor, intento palabras y tanteando ciego en la oscuridad persiguen mis manos vacías la sombra de un amor
que me pintó a brochazos el alma de ausencia y soledad que sembró mis pobres campos yertos con semillas de dolor y hoy son cardos y espinos, soledad, silencio y ansiedad...
Héctor Charry Restrepo
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