Amiga
Tú tienes la virtud incomprensible de alegrar mi corazón y deshacer mi tristeza con solo una mirada... ¡Cuánto poder tienen tus ojos sobre mi! Sobre mi corazón...
Tu presencia rompe mis silencios y esfuma las horas, tu belleza tiene la cualidad maravillosa de despertar en mí la ternura dormida...
Tú eres un manantial dulce en medio de este desierto amargo... Empecé a sentirte así desde que era muy niño y lloraba por ti porque estaba enamorado...
Empecé a sentir el poder de tu mirada mucho antes de conocer el amor y probar el vino, empecé a quererte antes de saber querer empecé a sentirte amiga antes de descubrir la amistad...
Ahora no lloro por ti, pero no sé si alguna vez he dejado de estar enamorado...
Te agradezco tanto que espantes mi soledad y me hagas olvidar mi tristeza,
te agradezco tanto tu mirada, tus palabras, tu presencia que renueva mis fuerzas...
Una conversación simple, unos dulces momentos compartidos, una canción, unas risas...
y tú, amiga, mi única amiga, no sabes el bien que me haces, como tampoco sabes hasta donde te he querido...
Héctor Charry Restrepo
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