Te entristece que digan...
Te entristece que digan han partido los palanquines de las mujeres? ¿Cómo podras soportarlo, ay de ti, cuando se vayan? No hay más que muerte a su partida, y si no, una resignación como acíbar y triteza; la vida era dulce bajo la sombra de su presencia, y el fardín de la unión amorosa el más fragante perfume; ¡Qué felices noches en las que no temía a los reproches por la pasión, ni me asustaba que hubiese huida a nuestra unión! ¡Ojalá supiera, ahora en la separación, si todo será después como fue antes!
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