Para reflexionar...(15-17/09/06)
Recordando de las Grandes Cosas

"Grandes cosas ha hecho el  Señor  con  nosotros;  Estaremos
alegres" (Salmos 126:3).

En mayo de 1995, Randy #Reid, un obrero de la  construcción,
de 34 años de edad, estaba trabajando con suelda en el  alto
de un torre en las cercanías de Chicago. De acuerdo  con  la
periodista Melissa Ramsdell, Reid desenganchó suyo equipo de
seguridad para agarrar alguna tubería cuando  una  jaula  de
metal deslizó  y  se  chocó  con  el  andamio  donde  él  se
encontraba. El andamio tumbó y Reid perdió su equilibrio. Él
se cayó de una altura de más de 30 metros sobre un monte  de
escombros de la obra.  Un  colega  de  trabajo  contactó  el
servicio de emergencia.  Cuando  los  paramédicos  llegaron,
encontraron Reid consciente,  moviéndose  y  quejando-se  de
dolores en la espalda. Aparentemente la  caída  no  sacó  el
sentido de humor de Reid. Mientras era llevado, de  camilla,
para la ambulancia, Reid mostraba cierto temor y  pedía  que
no lo dejasen caer. Fue constatado, posteriormente,  que  él
apenas tuvo una pequeña contusión en un pulmón.

A veces nosotros nos  asemejamos  àquele  trabajador  de  la
construcción. Dios nos protege de  caídas  de  30  metros  y
continuamos nerviosos con alturas de 1 metro.  El  Dios  que
salvanos de la muerte eterna y del infierno nos  librará  de
los pequeños problemas que enfrentamos a cada día.

Grandes han sido las bendiciones que hemos experimentado  de
la parte de Dios. Muchos sueños  fueron  realizados,  muchos
obstáculos sobrepasados, muchas  dificultades  vencidas.  Si
paramos para anotar todo de bueno y maravilloso que Dios  ha
hecho por nosotros, ciertamente  gastaremos  mucho  papel  y
mucho tiempo.

¿Y  por  qué  aún  continuamos  nos  lamentando?  ¿Por   qué
conservamos el  malhumor  cual  si  nada  de  bueno  tuviese
acontecido en nuestra vida? ¿Por qué insistimos en decir que
Dios no se preocupa con nosotros?

Dios nos libra de grandes peligros  y  muchos  de  ellos  ni
llegan a nuestro conocimiento. Coloca Sus ángeles a  nuestro
rededor y cuida a nosotros con todo cariño. Arrumbemos  todo
temor y toda murmuración, seamos  gratos  y  alabemos  a  Su
nombre por todo amor con que somos contemplados.

¿Ha mostrado alegría por las grandes cosas hechas por Dios?

Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet
Autor  de  los  libros(en  Portugués):   Despertando    Para
Misiones, Mensajes Para el Corazón y Un  Rayo  de  Sol  Para
Días                                                Sombríos
tprobert@terra.com.br
¡Sonría, Jesus te ama!