Admitir grandes verdades olvidando lo ideal y soñar las realidades en lugar de dibujar muchas torres en el aire para luego preguntar lo que nunca, nada, nadie nos podrá dilucidar... A la vida hay que echarle alegría y caridad, pero siempre reservarle un por qué y algún quizás y es que no hay que ser cobarde; Hazle frente y ya verás como más pronto que tarde te devuelve lo que das. Si tú amas sin alardes eso te devolverá.