"La alquimia es la ciencia de la transformación de la materia.
En el crisol, el alquimista coloca la materia prima que en
una primera fase muere y se pudre;
esta operación corresponde al color negro.
Después la materia se disuelve y purifica:
se vuelve blanca. Después, tiene lugar la
destilación y la condensación: la materia pasa al rojo.
Finalmente, es la sublimación, el color oro.
Estas operaciones que parecen oscuras
para muchos, sólo se aclaran si las interpretamos
como las diferentes etapas de la vida interior.
El trabajo que realiza el alquimista en el crisol
con la materia es en realidad el trabajo de
regeneración que el discípulo realiza en este crisol,
que es su cuerpo, y al cual debe consagrar
toda su existencia. La materia regenerada sale
del crisol transformada en oro: el hombre
regenerado ha muerto a su naturaleza inferior
para nacer a su naturaleza superior.
Jesús decía:
«Si la semilla no muere cuando es plantada en tierra,
se queda sola; pero si muere, da muchos frutos.»
Esta frase puede ser considerada como
un resumen del trabajo alquímico."