Tus brazos siempre se abrían cuando quería un abrazo. Tu corazón comprendía cuando necesitaba una amiga. Tus ojos tiernos se endurecían cuando me hacía falta una lección. Tu fuerza y tu amor me guiaron, y me dieron alas para volar.
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Eres la única persona del mundo que siempre está, de forma incondicional. Si te rechazo, me perdonas. Si me equivoco, me acoges. Si los demás no pueden conmigo, me abres una puerta. Si estoy feliz, celebras conmigo. Si estoy triste, no sonríes hasta que me hagas reír. Eres mi amiga incondicional. Gracias.
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Una madre es capaz de dar todo sin recibir nada. De querer con todo su corazón sin esperar nada a cambio. De invertir todo en un proyecto sin medir la rentabilidad que le aporte su inversión. Una madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando todos los demás lo han perdido. Gracias por ser mi madre.
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Mi madre encuentra la felicidad cuando yo la encuentro. Cuando yo vivo algo hermoso, lo vive a través de mi experiencia. Mi madre reza por mí, incluso cuando yo solo rezo por mi mismo. Mi madre me daría el mundo entero si fuese capaz. Gracias Mamá.
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Dios no podía estar en todas partes a la vez. Por eso creó a las madres.
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De todos los derechos que tenemos las mujeres, el más grande es ser madre.
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El amor de una madre es el combustible que hace que un ser humano logre lo imposible.
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En general, las madres y las amas de casa son los únicos trabajadores que nunca tienen días libres. Las madres componen una clase a parte. Una clase sin derecho a vacaciones.
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Un hombre quiere a su primer amor más que a cualquier otra, a su mujer mejor que nadie, y a su madre la quiere durante más tiempo que a nadie más.
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