Ahora que se han pasado los días de las fiestas y comienza un nuevo tiempo que nos invita a la reflexión, he tenido el tiempo suficiente para pensar, para poner sobre la balanza las cosas en las que creo, para reafirmar una vez más lo que tengo. Me encuentro aquí, en el silencio de mi cuarto que se reduce a cuatro paredes cargadas de recuerdos y memorias; algunas dulces, otras amargas. Recuerdos que se van diluyendo con el tiempo, aliviando así el dolor que alguna vez nos hirió con aguijones despiadados, y aunque aún siguen ahí, ya no hieren con el mismo dolor de antaño.
Creo en tu amistad... — Creo en tu fortaleza —
Creo en mis alegrías... que se hacen doble cuando celebras mis logros.
Creo en mis tristezas... que se dividen cuando lloras conmigo y me das la mano para levantarme de mis fracasos.
Sabemos que no se debe dejar de luchar por lo que alguna vez soñamos “porque no hay sueño tan grande que no se pueda alcanzar, ni soñador tan pequeño que no pueda soñar”.
Por esas cosas misteriosas de la vida, protegía sin darme cuenta mi soledad, pero llegaste a mi vida como un rayo de sol, abriste tu corazón y por primera vez pude abrir las páginas de mi vida, pude abrir las memorias de un pasado suspendido en el tiempo que golpea fuerte.
Eres el sonido de la amistad que quiero escuchar, quiero saber que estás, quiero que sepas que estaré, quiero darte mi risa para que la riamos juntas, mi gozo para que seas feliz, mis manos de artesana para tallar el futuro y mis lágrimas cuando las tuyas se acaben.
Somos viajeras y muchas veces he pensado como tú, porque siempre hemos pensado que el amor infinito de Dios ha sido y será nuestro nervio y motor con la fuerza infinita del amor que implantó en nuestro corazón, Dios actúa de forma misteriosa y hay cosas en la vida que no son un proyecto, son más bien una obligación de devolver en una mínima parte lo que él nos ha dado.
Sé que muchas veces me he equivocado y tú me has comprendido, pido perdón por eso, y pido perdón por las muchas otras que se que estaré equivocada. No voy a repetir una vez más cuanto te quiero, sólo quiero que estés segura de ello, gracias por escucharme y comprender mis silencios.
Todo ha valido la pena, todo esfuerzo, todo camino, nos lleva a estar unidas en la distancia, aquí está mi mano, sé que encontraré la tuya cuando esté a punto de caer. Sigamos unidas, mi amiga, sigamos unidas hasta que Dios disponga de nuestras vidas. Gracias mi hermana virtual, gracias por tu amistad. “Aquí estoy, mañana estaré y mientras Dios me lo permita, seguiré estando”.
Te quiero mi amiga, mi hermana, mi compañera de mis horas tristes y alegres; para ti estas lineas.
No existe un amor más lindo que este que siento latir a cada segundo dentro de mi corazón enamorado de ti... mi más bello sueño.
Sueños y Esperanzas
Mi querido y soñado amor:
Todas las hojas del calendario han caído, las tengo aquí en mis manos, sus números están en mis ojos, y yo las tengo prisioneras, no queriendo que se escape ninguna de ellas porque cada día y cada mes he estado a tu lado. Sí, es cierto que algunos días he estado triste y otros en cambio muy alegre; pasa mi amor, que no todos los días son iguales y quiero recordarlos así, especiales y únicos, días en los que a pesar de todo te he seguido amando a cada segundo, días en los que has vivido como aun hoy sigues viviendo en mí.
Cada día que podemos estar juntos soy muy feliz, porque vives en mí, en mis huesos y en mi corazón. — Eres como mi segunda piel —
Muchas lunas han pasado, muchas calles he caminado con tu nombre en mis labios, porque para mí el amor tiene tu nombre. Este extraño tiempo mi corazón sólo tiene una razón para despertar por las mañanas y ese eres tú.
Pasan muchas cosas por mi mente hoy, pero en lo que más pienso es en lo que espero que puedas sentir cada vez que recibes una carta mía. Y es que nada ha cambiado en mí, que cada vez te amo más,cada vez sueño más contigo, con tus besos y tus caricias que recorren mi miel con tus dulces palabras para mí. Tu sola presencia en mí hace que mis días sean mejores, tus palabras son como mi alimento diario y mi pluma jamás se cansa de escribirte cartas hablándote de mí, de mi amor, de mis sueños y de nuestros planes de vida.
No te imaginas mi amor lo mucho que te amo, lo mucho que añoro los tiempos que estoy lejos de ti... ¡Ay mi amor! ¡Si supieras como se atormenta mi corazón cuando no puedo verte, leerte o escucharte! Pero mi amor por ti es más fuerte que todo lo que pretende alejarte de mí, y siempre llega el momento en el que por fin encuentro tu presencia en letras o palabras que me fortalecen.
Muchas veces pienso que necesitamos un lugar para vivir felices. Hay una estrella llamada “Amor”, nos está esperando para vivir en ella todas las emociones e ilusiones que hemos soñado.
Creo que no debemos buscar palabras de grandes poetas o rebuscadas, porque el amor es sencillo, es fácil de entender, es fácil de decir, son palabras muy dichas y que siempre serán perpetuas en el tiempo.
Mi amor, de tanto soñar contigo he construido un mundo donde sólo estamos tú y yo, nadie más, juntos viviendo con intensidad todo lo que guardamos en nuestros corazones. Allí, en ese mundo tejimos una suave manta de amor que hemos abrigado con la calidez de nuestros besos, donde abrazados miramos la luz de la luna y dormimos sin miedo, creyendo que al despertar seguiremos juntos, pudiendo levantarnos felices de poder mirarnos a los ojos.
Mas como por ahora sólo son sueños... Entre sueños me abrazo a ti con la firme convicción de estar en tus brazos soñados hasta poder a estar contigo en carne y hueso, como ahora mi alma lo está.
Ahora mismo, a la luz de la luna, podría dormirme a tu lado sin temor al mañana. No te olvides mi amor que la esperanza y la fuerza de nuestro amor es lo que nos va a mantener siempre unidos, siempre enamorados...
Este nuevo año, te vuelvo amar como si fuese la primera vez.
Siempre mío, siempre tuya, siempre nuestro. Desde mi rincón para ti.