EL IMAGINARIO MUNDO DE MIS SUEÑOS
(Es allí, donde vives en cada instante de mi existencia, sin tu saberlo...)
-Composición Libre-
En criptas espaciales de silencios…
En luces con reflejos sin trayectos…
En voces que enmudecen lo deseado…
En el tiempo sin tiempo de mi espera…
En el Amor Celestial e imaginado…
En cada movimiento de los astros…
Con la primera luz y con la última sombra…
¡Te sueño y Amo…!
En los reflejos de la nueva aurora…
En el crepúsculo que la luz devora...
En la paz de los lagos
y en la fuerza de mares
mi palabra te nombra...
Se adormece en mi mente
el vivir a tu sombra
y en las sombras refractas
la ilusión de una aurora.
Primera luz...
Ultimo reflejo...
Hielos de fuego...
Amor secreto...
Esa es tu imagen
dentro mis sueños...
En este mundo de irrealidades,
que son mis sueños,
te Amo en un vuelo de luz...
Eterno...
Te Amo con rosas
y con caricias.
Te amo con besos
y con los celos
que no imaginas...
Te Amo en el grito
de mil silencios
que me recuerda,
que “no comparto”
lo que yo quiero...
Y así me alejo
para no verlo.
Veo en mis sueños
que tu alma fría
busca mi fuego...
Y al querer darlo
desaparece
en las distancias
de desencuentros.
Siento tus labios
rozar los míos,
y sin embargo,
sé que no es cierto...
Es cuando muero...
Lento...
Muy lento...
En la tristeza del
desconsuelo.
Eres el lampo, con sus secretos,
que nada sabe de lo imperfecto.
Eres imagen y eres reflejo...
Eres la calma y mis deseos...
Eres el frío
que arde por dentro
en llamaradas que
lentamente...
Queman mi alma...
Dentro...
Muy dentro...
Y allí me quedo,
aunque muriendo.
De tanto Amarte
e imaginarte...
Ya no comprendo
lo verdadero.
Sólo una cosa
es la que entiendo:
Y es...
¡Que Te Quiero...!
Incontenibles olas de vientos
se arremolinan en mi cerebro...
Y en esos vientos,
oigo tu nombre,
y siento el pecho
que se me parte,
cuando comprendo
que no te tengo...
Extiendo entonces manos de ideas
y te acaricio, mientras te beso,
y te confieso
con voz pausada,
junto al oído,
¡cuánto te quiero...!
¡Este es mi todo...!
¡ Mundo de ensueño...!
Silencios de inmensidad...