PAZ Y VERDAD
El camino de la paz es el camino de la verdad.
La verdad es incluso más importante que la paz.
Sin duda la mentira es la madre de la violencia.
Un hombre de verdad no puede ser violento durante mucho tiempo.
Él se dará cuenta a lo largo de su búsqueda que no tiene necesidad de ser violento
y, más tarde descubrirá que mientras haya la más mínima traza de violencia en él,
fracasará en encontrar la verdad que busca.
No hay camino intermedio entre la verdad y la no violencia por un lado y la mentira y la violencia por otro.
Puede que nunca seamos suficientemente fuertes para ser totalmente no violentos en pensamiento, palabra y acción.
Pero debemos mantener la no violencia como nuestra meta y realizar firmes progresos hacia ella. El logro de la libertad, ya sea para un hombre, una nación o el mundo debe ser exactamente proporcional a la contribución a la no violencia por cada uno.
La verdad de unos pocos contará. La mentira de millones se desvanecerá como una brizna ante el soplo del viento.
creación consuelo