Tuve un sueño, José, y realmente no lo puedo comprender, pero creo que se trataba del
nacimiento de nuestro hijo. La gente estaba haciendo preparativos con seis semanas de anticipación ,
decoraban las casas, compraban ropa nueva, salían de compras muchas veces y adquirían
elaborados regalos. Era un tanto extraño, ya que los regalos no eran para nuestro hijo; los envolvían
en vistosos papeles y los ataban con preciosos moños y todo lo colocaban debajo de un árbol.
Sí, un árbol José.
Dentro de sus casas, esta gente había decorado el árbol y las ramas estaban llenas de adornos
brillantes y había una figura en lo alto del árbol, me parecía que era un ángel, era realmente hermoso.
Luego vi una mesa espléndidamente servida, con platillos deliciosos, y muchos vinos, todo se veía exquisito
y todos estábamos invitados.
Toda la gente se veía feliz, sonriente y emocionada por los regalos que se intercambiaban unos a otros,
pero, sabes José, no quedaba ningún regalo para nuestro hijo, me daba la impresión de que nadie
lo conocía porque nunca mencionaron su nombre.
¿No te parece extraño que la gente trabaje y gaste tanto en preparativos para celebrar
el cumpleaños de alguien a quien ni siquiera mencionan y que da la impresión de que no lo conocen? Tuve la extraña sensación de que si nuestro hijo hubiera entrado a esos hogares, para la
celebración hubiera sido solamente un intruso.
Todo se veía tan hermoso y la gente se veía feliz, pero yo sentía enormes deseos de llorar,
porque nuestro hijo era ignorado por casi toda esa gente que lo celebraba.
¡Qué tristeza para Jesús, no ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños! Estoy contenta porque sólo fue un sueño, pero ¡qué terrible sería si esto se convirtiera en realidad!
¡¡¡Que el Niño Jesús entre en sus hogares y les otorgue
Todo se veía tan hermoso y la gente se veía feliz, pero yo sentía enormes deseos de llorar,
porque nuestro hijo era ignorado por casi toda esa gente que lo celebraba.
¡Qué tristeza para Jesús, no ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños! Estoy contenta porque sólo fue un sueño, pero ¡qué terrible sería si esto se convirtiera en realidad!
¡¡¡Que el Niño Jesús entre en sus hogares y les otorgue