Podemos creer que todo lo que la vida
nos ofrecerá mañana es repetir lo que hicimos ayer y hoy.
Pero, si prestamos atención,
nos daremos cuenta de que ningún día es igual a otro.
Cada mañana trae una bendición escondida;
una bendición que sólo sirve para este día
y que no puede guardarse o desaprovecharse.
Si no usamos este milagro hoy, se perderá.
Este milagro está en los detalles de lo cotidiano;
es preciso vivir cada minuto porque allí
encontraremos la salida de nuestras confusiones,
la alegría de nuestros buenos momentos,
la pista correcta para la decisión que ha de ser tomada.
Todo ser humano tiene derecho a dos bendiciones:
la bendición de acertar y la bendición de equivocarse.
En el segundo caso, siempre existe un aprendizaje
que lo conducirá al camino correcto.
El mundo es una bendición de Dios.
¿Por qué no disfrutar a pleno las alegrías que nos ofrece la vida ?
Paulo Coelho