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General: Verdadero Miedo***
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: 3 1954  (Mensaje original) Enviado: 06/05/2024 04:47

 
 
 
Un sultán decidió hacer un viaje en barco 
con algunos de sus mejores cortesanos. 
Se embarcaron en el puerto de Dubai 
y zarparon en dirección al mar abierto.
Entretanto, en cuanto el navío se alejó de tierra,
 uno de los súbditos - que jamás había visto el mar,
 y había pasado la mayor parte de su vida en las montañas -
 comenzó a tener un ataque de pánico: 
sentado en la bodega de la nave lloraba, 
gritaba y se negaba a comer o a dormir. 
Todos procuraban calmarlo, diciendole que el viaje no era tan peligroso, 
pero aunque las palabras llegasen a sus oídos no llegaban a su corazón.
El sultán no sabía qué hacer, 
y el hermoso viaje por aguas tranquilas y cielo azul 
se transformó en un tormento para los pasajeros y la tripulación.
Pasaron dos días sin que nadie pudiese dormir con los gritos del hombre. 
El sultán ya estaba a punto de mandar volver
 al puerto cuando uno de sus ministros, 
conocido por su sabiduría, se le aproximó:
- Si Su Alteza me da permiso, yo conseguiré calmarlo.
Sin dudar un instante, el sultán le respondió que no solo se permitía, 
sino que sería recompensado si consiguiera solucionar el problema.
El sabio entonces pidió que tirasen al hombre al mar. 
En el momento, contentos de que esa pesadilla fuera a terminar, 
un grupo de tripulantes 
agarró al hombre que se debatía en la bodega y lo tiraron al agua.
El cortesano comenzó a debatirse, se hundió, 
tragó agua salada, volvió a la superficie, 
gritó más fuerte aún, se volvió a hundir y de nuevo consiguió reflotar. 
En ese momento, el ministro pidió que lo alzasen
 nuevamente hasta la cubierta del barco.
A partir de aquel episodio, nadie volvió 
a escuchar jamás cualquier queja del hombre, 
que pasó el resto del viaje en silencio,
 llegando incluso a comentar con uno de los pasajeros que 
nunca había visto nada tan bello como 
el cielo y el mar unidos en el horizonte. 
El viaje - que antes era un tormento 
para todos los que se encontraban en el barco 
- se transformó en una experiencia de armonía y tranquilidad.
Poco antes de regresar al puerto, el Sultán fue a buscar al ministro:
-¿Cómo podías adivinar que arrojando
 a aquel pobre hombre al mar se calmaría?
- Por causa de mi matrimonio - respondió el ministro. 
Yo vivía aterrorizado con la idea de perder a mi mujer, 
y mis celos eran tan grandes que 
no paraba de llorar y gritar como este hombre. 
Un día ella no aguantó más y me abandonó, 
y yo pude sentir lo terrible que sería la vida sin ella. 
Solo regresó después de que le prometí 
que jamás volvería a atormentarla con mis miedos.
De la misma manera, 
este hombre jamás había probado
 el agua salada y jamás se había dado cuenta
 de la agonía de un hombre a punto de ahogarse. 
Después que conoció eso, 
entendió perfectamente lo maravilloso 
que es sentir las tablas del barco bajo sus pies.
Sabia actitud - comentó el sultán
- Está escrito en un libro sagrado de los cristianos, la Biblia: 
"todo aquello que yo más temía, terminó sucediendo". 
Ciertas personas solo consiguen valorar lo que tienen 
cuando experimentan la sensación de su pérdida.
 
 

Paulo Cohelo


 
 
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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: elopolis Enviado: 06/05/2024 08:13
Bonita historia

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: poesia 22 Enviado: 06/05/2024 12:37


 
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