El hecho de perdonar suele traer aparejado
una serie de factores que no siempre lo facilitan.
Pero es muy importante aprender a perdonar,
como así también a pedir disculpas cuando sea necesario.
El rencor sólo hará que una sensación negativa te invada.
Perdonar deja una sensación de libertad maravillosa,
es como si nos sacáramos un peso de encima,
posibilitando la aparición de nuevos sentimientos.
Esa fea sensación que teníamos
antes de perdonar a la otra persona se irá de repente
y nos tomará por asalto una buena forma de alivio.
Muchas veces es difícil perdonar, como así también lo es pedir disculpas.
Pero tiene que ser parte habitual de nuestras vidas.
Nos permite evaluar qué es lo que hacemos mal y bien y, además,
nos posibilita reestablecer una relación con la otra persona.
Una simple palabra
que no se dice puede causar que un lazo
de amistad o amor se desvanezca por completo.
Perdonar tiene que ser parte habitual de tu vida.
Saber aceptar un perdón como así también pedir
disculpas cuando haya que hacerlo.
Te sentirás mucho mejor luego de hacerlo.
Sabrás que has hecho lo que debías.
Juan Esteban Jorge
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