Ella es hermosa no tengo palabras para describir
su extraordinaria figura, me encanta charlar con ella,
me estremece todo el cuerpo hacerlo, me gusta
la forma en que me habla, como se dirige a mí, sus pausas,
sus silencios, sus misterios, en cada palabra que me dice
siento el fuerte latido de su corazón en su pecho agitado
hasta parece que son sus suspiros, sus deseos apasionados
los que se deslizan por mi cuerpo, por mis manos,
por mis hombros, por mi pecho.
Ella es la musa que he esperado durante mucho tiempo lo sé,
la musa de mis poesías, de mis poemas, de mis prosas,
el complemento de mi alma de poeta, lo pude descubrir
en cada escrito que le he dedicado, poesías
que seguro le voy a escribir mientras tenga la magia
de su amor dentro de mi corazón, en cada ritmo
de mis latidos, mientras mis venas se pongan rígidas,
enfurecidas al imaginarla, al soñar con su sonrisa
que me atrapa, que impulsa mis alas
hasta el cielo de su gloria.
Ella cambió mi vida para siempre, aunque sea mi pecado,
mi culpa, aunque aún no pueda tenerla conmigo para amarla,
para demostrarle la verdad de los sentimientos
que vuelcan las gotas de la tinta de mi pluma
que se deslizan en un papel, en cada una de las páginas
del libro de mi vida, de mi destino, en el teclado
de una computadora como si fueran mis dedos
dejando sus huellas en su cintura, en su espalda
calmando sus ganas, la desesperación de su locura
logrando mi mejor inspiración porque me hace sentir,
porque le hago sentir este delirio inexplicable.