Y es la ignorancia la madre del miedo.
Y la suma de todos nuestros miedos,
trae guerras al mundo.
Guerras que no empiezan en oficinas
ni en imperios.
Son pequeñas guerras que se inician en las cunas,
en las sabanas y en las cocinas de las casas
de toda la humanidad.
Si el mundo se cae, nos caemos todos juntos.
Aun estamos a tiempo.