1.-
El calor alivia el dolor
Por
ello son recomendables los baños y duchas calientes, la aplicación de
duchas de agua caliente en las zonas dolorosas, la aplicación de calor
local mediante lámparas de calor, almohadas o mantas eléctricas y
compresas calientes. Los masajes e hidromasajes suaves mejoran los
cuadros dolorosos.
2.-
Mantener
unos buenos patrones de sueño, con horarios estables: tiene un efecto
muy positivo., realizar paseos o ejercicio ligero por las tardes, tomar
infusiones calientes antes de acostarse, cenas ligeras, evitar por las
tarde y noches bebidas excitantes (café, bebidas alcohólicas) o comidas
copiosas o muy especiadas.Deben evitarse situaciones estresantes, reduciendo el estrés. Hacer ejercicios de respiración y de relajación.
Si
bien hay momentos en los que los cuadros dolorosos dificultan el
mantener la actividad social habitual, es muy importante mantenerla en
la medida de lo posible, evitando el aislamiento social y el reposo
excesivo que pueden aumentar la depresión.
3.-
Hacer
ejercicio físico y mantener un tono muscular adecuado: de todas las
medidas recomendadas en el tratamiento de la fibromialgia, son sin duda
las más eficaces a largo plazo.
Se
aconseja realizar ejercicio físico aeróbico poco intenso, como la
natación, ejercicios en el agua o bicicleta estática a velocidad e
intensidad controladas. Al comenzar a realizar ejercicio puede
producirse un poco de dolor muscular.
Si
el dolor es intenso es indicativo de que se ha realizado un esfuerzo
físico excesivo y deberá disminuir la frecuencia o intensidad.
Progresivamente aparecerá el efecto beneficioso del ejercicio físico y
mejorará el estado general, disminuyendo el dolor y aumentando la
resistencia al ejercicio y al esfuerzo físico.
Puede
iniciarse con ejercicio poco intenso durante 3-5 minutos, a días
alternos e ir aumentando un minuto cada día. Si aparece dolor, reduzca
la intensidad y el tiempo hasta niveles no doloroso y vuelva a
aumentarlos progresivamente.
El
tiempo de ejercicio a alcanzar es de 60 minutos 3-4 veces a la semana.
Una vez alcanzado, realice ejercicios aeróbicos de mayor intensidad,
como caminar, correr o jugar al tenis.
Se
recomienda mantenerse tan activo como sea posible, evitando la
sobreactividad o exceso de ejercicio puntual que pueden provocar un
exceso de cansancio o dolor durante varios días. La realización de
ejercicio físico tiene un efecto físico positivo demostrado a largo
plazo.
4.-
En
algunas personas la terapia de apoyo psicológico tiene buenos
resultados: es muy importante conocer la enfermedad y los síntomas de
cada caso, aprender a identificarlos y controlarlos, manteniendo una
actitud positiva. Puede ponerse en contacto con asociaciones de
pacientes de fibromialgia que pueden ayudarle y orientarle.
Es
también importante que las personas que conviven con el paciente
conozcan la enfermedad y colaboren, facilitando el mantenimiento del
ritmo de vida, de la actividad social, la realización de ejercicio
físico oel control de la dieta alimenticia.
5.-
Tratamiento farmacológico
Existen
diversos medicamentos que pueden ayudar a mejorar algunos síntomas.
Siempre deben de seguirse las indicaciones del médico y evitar la
automedicación. Los efectos beneficiosos son evidentes al cabo de unos
meses de tratamiento. Entre estos medicamentos se encuentran algunos
antiinflamatorios, relajantes musculares, antidepresivos y ansiolíticos.
6.-
Otras medidas
Evitar las sobrecargas musculares, al transportar o mover cargas
pesadas, el sobrepeso y el esfuerzo físico intenso. Mantenga el peso
adecuado con una dieta alimenticia equilibrada, rica en vitaminas y
minerales, con bajo contenido en especias y alimentos o bebidas
excitantes (café, alcohol) y bien distribuida en las cuatro comidas del
día, especialmente cuidando las cenas ligeras.
Reducir el estrés, mantener un ritmo de vida estable y facilitar el sueño.