En la Luna de Valencia |
Cuando un viajero de tiempos antiguos llegaba tarde a la ciudad, se quedaba afuera de las puertas de la muralla, ya cerradas y dormía en la curva que el viejo río hacía para abrazar la ciudad. Eso era quedarse, desconsolado y sin cama, "i A la luna de Valencia". Pero ese trasnochar tiene otro sentido siglos después y el valenciano es de los que vive la noche con una intensidad destacable. Es una herencia lejana: la ciudad, bulliciosa, opulenta y portuaria, a tenido siempre una inmensa vida nocturna. A la hora de hacer la lista, saldrán más de diez barrios o áreas con esa vocación y con diversas especialidades. De modo que lo mejor será probar y elegir entre Barrio del Carmen, El Tossal y Cánovas, entre Juan Llorens, Plaza Honduras, Xúquer, la avenida de Aragón, la Malvarrosa o Blasco Ibáñez entre otros. Sólo los buenos degustadores de las terrazas, los menúes y las copas sabrán servirle de guía. Mediterranea por excelencia, Valencia no cuenta solo con vida bulliciosa durante la noche, el día también se hace propicio para disfrutar de sus encantos, los naturales y los no tanto. Boliches, discotecas, pubs, cines, teatros y casinos son solo algunos de los tantos aperitivos que podremos encontrar.
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PLAZA DE LA VIRGEN
PLAYAS
Playas en Valencia |
Cielos azules y luminosos, brisas marinas, luz radiante, vocación maritima y suelo feraz... son solo algunos de sus ingredientes, además de su clima mediterraneo y subtropical, fascinación de una tierra cálida y acogedora. Entre el mar y el cielo, así es Valencia. En cualquier momento del año y a pocos minutos del centro de la ciudad, encontramos las playas de las Arenas y la Malvarrosa, perfectamente comunicadas a través de una amplia red de accesos: A bordo de la moderna flota de autobuses urbanos, en bicicleta por el carril-bici, viajando cómodamente en el tranvía, acercándose en coche, o simplemente paseando.
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PLAYAS EN VALENCIA
(CLIKEA EN LA IMAGEN)
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Junto a ellas el Paseo Marítimo, con unas magníficas instalaciones, que se ha convertido en una de las zonas de ocio por excelencia donde se puede disfrutar paseando, patinando, corriendo o tomando el sol. Y por supuesto, degustando espléndidas paellas y guisos de pescado fresco. A lo largo de las playas y paseos, encontramos instalaciones lúdicas y deportivas para que los pequeños (y no tan pequeños) jueguen y se diviertan (parques infantiles, voleibol, etc.). Las noches de verano, las playas se convierten en un ir y venir de gente saboreando la suave brisa del mediterráneo "a la Luna de Valencia". En la playa de la Malvarrosa se encuentra la Casa-Museo de Vicente Blasco Ibáñez, recientemente rehabilitada y que nos transporta a la época de este ilustre escritor valenciano. Además de las Arenas y la Malvarrosa, las playas continúan por el norte con la Patacona y PortSaplaya, pertenecientes al municipio de Alboraya, famoso por la horchata típica (bebida refrescante elaborada a partir de la "chufa" de la huerta del lugar). Hacia el sur nos encontramos con la playa de Pinedo, donde encontramos restaurantes típicos de gastronomía valenciana. A continuación, la playa de El Saler, que ostenta el galardón europeo de la Bandera Azul por sus aguas claras y el perfecto estado de su arena
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LA CIUDAD DE LAS ARTES Y LA CIENCIAS,
el complejo de La Ciudad de las Artes y las Ciencias se ha convertido en lugar de referencia internacional y símbolo de la apuesta por el turismo cultural y el dinamismo con el que la Comunidad Valenciana se presenta ante el mundo. A lo largo de un eje de casi dos kilómetros, en el antiguo cauce del Turia, cinco grandes elementos comparten la vocación por la divulgación cultural y la participación ciudadana en un entorno arquitectónico futurista y único, de grandes espacios abiertos al público: L´Hemisfèric, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, L´Umbracle, L´Oceanogràfic y el Palau de les Arts.
El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, que desde su apertura en noviembre de 2000 ha recibido nueve millones de visitantes, es un espectacular edificio de más de 40.000 m2 dedicados al acercamiento de la ciencia y la tecnología al ciudadano. Parte de sus contenidos son abiertos al público, con amplias zonas de libre acceso, y destaca además por ser un museo de ultima generación, con exposiciones interactivas, bajo el lema de “Prohibido no tocar, no pensar, no sentir” .
La Ciudad de las Artes y las Ciencias ha ampliado sus contenidos con L´Oceanogràfic, el mayor parque marino de Europa, que ofrece un apasionante viaje submarino. Con un volumen de 42 millones de litros de agua salada, equivalentes a 15 piscinas olímpicas, y 110.000 metros cuadrados, tiene capacidad para albergar más de 45.000 ejemplares de 500 especies diferentes. El recinto, por el que han pasado más de 1.400.000 visitantes, reúne una representación de los principales ecosistemas marinos del planeta, -desde el atlántico, el mediterráneo, las aguas continentales, hasta los mares helados del ártico o el antártico, pasando por los hábitats templados o tropicales,- y destaca por sus proyectos de educación, conservación e investigación de la ciencias del mar.
Único en el mundo, por sus dimensiones y diseño, y por la importante colección biológica que presenta, L´Oceanogràfic permite conocer de cerca el comportamiento de animales como delfines, leones marinos, focas o tiburones, entre otros seres vivos, o aprender cómo son los ecosistemas coralígenos y la riqueza mediterránea, entre otras propuestas con una importante vertiente educativa sobre el mundo marino y la necesidad de preservarlo.
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