Para mi una verdadera
joyita, solo 12m y cuanto nos dice. Y nos hace reflexionar.
35 mm, 12 min, cor, 1989.
Dirección: Jorge Furtado
Producción Ejecutiva: Monica
Schmiedt, Giba Assis Brasil e Nora Goulart
Guión: Jorge Furtado
Dirección de Fotografia: Roberto
Henkin e Sérgio Amon
Dirección de Arte: Fiapo Barth
Música: Geraldo Flach
Dirección de Producción: Nora
Goulart
Montaje: Giba Assis Brasil
Asistente de Dirección: Ana Luiza
Azevedo
Jorge Furtado es el
cineasta brasileño más premiado de la actualidad. Nacio en Porto Alegre,
Brasil, el 9 de junio 1959. Sus primeros trabajos fueron en la TV, como
asistente de producción junto a un grupo de estudiantes de la
Universidad Federal de Río Grande do Sul.
Ha escrito guiones para
cortometrajes y largos de ficción tales como Benjamim de Monique
Gardenberg, Doña Cristina perdió la memoria de Ana Luiza Azevedo o
Tolerancia de Carlos Gerbase; y para TV: Agosto y Comedias de la vida
privada, por solo citar algunos. Entre los cortos más destacados que ha
dirigido se encuentran: O día em que Doríval encarou a guarda (1986),
Barbosa (1988 ) y A matadeira (1994); En 1989 obtiene un resonante éxito
con su documental La isla de las flores (1989).
Con “Esta no es tu vida”, que
resume en dieciséis minutos la biografía de una ama de casa de Porto
Alegre, Furtado derrotó a setenta y nueve concursantes de cuarenta
países, obteniendo el primer premio del Festival de Clermont-Ferrand, en
Francia, que es considerado el Cannes de los cortos. Conquista
varios premios en su país con su primer largometraje Houve uma vez dois
verões (2002) y repite la experiencia con El hombre que copiaba (2003).
“La mejor película (del)
Festival de Gramado dura menos de 20 minutos y narra la trayectoria de
un tomate. Después de la exhibición de ISLA DE LAS FLORES, el Cine
Embaixador oyó la mayor aclamación de este año. Todos los otros
cortometrajistas que esperaban llevarse el trofeo Kikito de mejor
película se quedaron cabizbajos (…) No hay duda: ISLA DE LAS FLORES es
una obra prima. Después de él, el documentario nunca más será lo mismo.”
(Artur Xexéo, Jornal do Brasil,
Rio de Janeiro, 17/06/1989)
“ISLA DE LAS FLORES encantó las
inteligencias medianas y globales de los artistas nacionales. Se Trata
de una obra redundante, demagógica, llamativa e incapaz de permitir la
actividad del intelecto ajeno. (…) No hay una sola novedad de contenido
en ISLA DE LAS FLORES. Formalmente, es un manual para analfabetos. La
escena en que Las personas recogen la basura es capaz de superar los
peores programas globales en chantaje emocional. La burguesía presente
en Gramado deliró. (…) Se usa un tópico sobre la libertad, ’término
inexplicable pero de decodificación universal’, o cualquier cosa que lo
valga (…) para dar el cierre de oro. El ’efecto Collor’ funcionó otra
vez.”
(Juremir Silva, Zero Hora, Porto
Alegre, 17/06/1989)
“Nunca hubo una escena semejante
en las 16 ediciones anteriores del Festival de Gramado: toda la platea
que atiborraba el Palacio de los Festivales aplaudiendo de pie e
histéricamente, un cortometraje. (…) La película ISLA DE LAS FLORES, de
13 minutos de duración, pegó al Festival con el vigor de un CIUDADANO
KANE: es nuevo, original, gracioso, contundente y, finalmente,
emocionante, al cerrarse con una citación de Cecília Meirelles:
’libertad es una palabra que el sueño humano alimenta, que no hay nadie
que explique y nadie que no la entienda’.”
(Edmar Pereira, Jornal da Tarde,
São Paulo, 17/06/1989)
“El único documental entre los 13
cortos seleccionados se ríe de su propio género. Desarma con
originalidad y vigor creativo el discurso paternalista que fundamenta la
mayoría de los documentarios brasileños (…), con una narrativa
ingeniosa que sigue en un creciente de dejarnos sin aliento. (…) ISLA DE
LAS FLORES es el resultado de una alquimia muy especial, donde todo
sale bien. Es un corto bien humorado, sin que con eso transforme la
desgracia (…) en materia de risas. Jorge Furtado inventa así el
documental de crueldad.”
(Maria do Rosário Caetano, Correio
Braziliense, Brasília, 17/06/1989)
“Abriendo el programa, y mucho más
sorprendente, el corto brasileño Isla de las Flores, que a través de
una narración sarcástica construye una pirámide de informaciones que
están involucradas en la jornada de un tomate de la plantación a la
basura. Dirigido por Jorge Furtado, la película parece fácil e
irreverente en su comienzo, pero es construida en un creciendo de
indignación que hace con que alcance su real propósito”.
(Janet Maslin, New York Times,
1991)
“Ou peut naître arbre, fleur ou
papillon. L’une des particularités de ILHA DAS FLORES (prix de la presse
et du public du XIIIe Festival de Clermont- Ferrand) est d’être
dépourvue de végétaux odoriférant, sinon de mauvaises odeurs. Ce docucu
donc, traite doctement (et sobrement, avec un humour sousjacent et sans
excès de fioritures) des rapports production-distribution-consommation à
partir d’une plantation de tomates.”
(”Se puede nacer árbol, flor o
mariiposa. Una de las particularidades de ILHA DAS FLORES (premio de la
prensa y del público del XIII Festival de Clermont- Ferrand) es
convertirse en vegetal apestoso, si no en malos olores. Este documental
trata sabiamente (y además, con un humor subyacente y sin exceso de
florituras) de la producción-distribución-consumo, apartir de una
plantación de tomates”")
“ISLA DE LAS FLORES, del
portoalegrense Jorge Furtado, vencedor del Oso de Plata en Berlín’90, es
una película política que hace reír con sarcasmo del inicio al fin. En
apenas 13 minutos, dice todo aquello que es necesario saber sobre quien
es responsable por la masacre del planeta Tierra, partiendo de la basura
y de un tomate.”
(Roberto Silvestri, Il Manifesto,
Milão, 07/03/1991
“Sin duda alguna, los 12 minutos
más potentes del cine brasileño. (…) El texto está dirigido en tono
irónico por Jorge Furtado a ’extraterrestres’ - que desconocen todo
sobre los seres humanos, su planeta, sus sistemas económicos, sus
creencias, sus prioridades, su concepto de libertad. En el fondo, Jorge
Furtado y equipo (el grupo de la Casa de Cinema de Porto Alegre)
promueven densa reflexión sobre el destino del hombre pobre, aquél que
no conquistó sus derechos de ciudadano, y por eso disputa la basura con
cerdos.”
(Maria do Rosário Caetano, Jornal
do MEC, Brasília, outubro/1998 )
“Parodia del diccionario, del
documental didáctico - en el cual las imágenes sólo ilustran la
narración -, del grueso de los reportajes en la televisión. Pero, en el
fondo, parodia de la matriz de estos discursos: la ciencia positivista.
(…) En la imagen final, el ser humano aparece como ese ser único, mucho
más allá de cualquier definición. (…) En la situación de mayor
degradación, por una escritura compuesta de foco, luz y velocidad, el
registro cinematográfico sugiere la transcendencia del tiempo de la
existencia. Ser entre entes es en el hombre y en su libertad esencial
donde habita, aunque masacrado, el único sentido. El parodiador se
revela como un humanista.”
(Leandro Rocha Saraiva, em “Cine
documental en América Latina”, Paulo Paranaguá (org.), Ediciones
Cátedra, Madrid, 2003)