Invítame a las quimeras de tus pasiones desnudas y entiérrame en el fuego de tu ardiente cuerpo. Imaginándote vivo cada día, estás dentro de mis fantasías; tu imagen de hombre tierno, está profundamente metida en el ardiente desliz de mi vida. Mis brazos, ansiosos, extendidos te esperan desenfrenados para envolverte entre mi cuerpo, con este amor desmesurado, ¡No demores a mis sueños! ¡Ven!… calma mis caros antojos que mis pasiones te reclaman pacientes, de todos modos.