Si tienes un hondo penar piensa en mí; si tienes ganas de llorar piensa en mí. Ya ves que venero tu imagen divina, tu párvula boca que siendo tan niña, me enseñó a besar.
Piensa en mí cuando beses, cuando llores también piensa en mí.
Cuando quieras quitarme la vida, no la quiero para nada, para nada me sirve sin ti.