Se cruzó con su mirada insinuante, seductora picardía encantadora dos palabras, su morada
Un trago, poco que hablar en tres segundos su lecho de espaldas, mirando el techo y todo el arte de amar
Noche intensa, trajinada sin pausa para un descanso abrumado el hombre manso silencio, no dijo nada
Amanecer y agotada profundamente dormida esas cosas de la vida aquí no ha pasado nada..
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