¡Qué hermoso es obedecer al Dueño del universo! No merecemos tal honra ¡Es un grande privilegio!
Nuestro Dios en las alturas es Soberano y Supremo, es grande Su Majestad Su gloria cuentan los cielos.
Todo aquello que creó con Su palabra y con celo, lo colocó en su lugar ? Él vio que todo era bueno.
Mas aún, algo faltaba, no podía obviar el resto, Quería ser Padre de hijos que le guardaran respeto. Que caminaran con Él, Le confiaran sus secretos, Como al Padre que les ama, Como Amigo en todo tiempo.
Entonces determinó como Propósito Eterno el darnos lo más preciado, lo más valioso y perfecto: Al que con sangre pagó por tí y por mí ?¡Gran Misterio!
No menosprecies tal don No ignores Su mandamiento ¡Obedecer al Señor es un grande privilegio!
Autora: Zaida C. de Ramón
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