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Me visto para la luna que influye sobre mi único enamorado. Me visto y salgo a su encuentro deslizándome por entre las ruinas que el sol ha hecho visibles durante el día, escalo para lograr un encuentro y canto mi miedo a los ríos salvajes que crecen bulliciosos mientras fluye la noche. Es el triunfo de lo invisible sobre lo visible, es el grito el que subyace: yo, siempre yo y la desconocida yo.
Me visto para la luna que influye sobre mi único enamorado. Como Endimión, yo también la espero.
T. Agustín
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