Los amigos se ayudan entre ellos y se comprenden. Hacen lo imposible el uno por el otro. Te dan la mano.
Te
sonríen con afecto cuando mas lo necesitas. Te escuchan y entienden lo
que acaso no digas con palabras. Te quieren y recuerdan siempre en sus
plegarias...
Un amigo sabe que hay que hacer. Puede
ahuyentar las nubes de tu vida con sus palabras sabias. A veces te
parece que los dos tienen un idioma propio, secreto entre los dos Un
amigo sabe apoyarte, darte fuerza, y alumbrar tu vida con la risa.
Un
amigo comprende lo que sientes y lo que quieres. Un amigo sabe tus
sueños mas secretos. Cuando tu alma rebosa de ilusiones y necesita decírselas a alguien sin fingir, ni mentir, las compartes con un amigo. Al
recibir buenas noticias, el amigo es el primero a quien llamas.
Cuando
estas amargado, el amigo es el que trata de secar tus lágrimas. Los
amigos alumbran tu vida. Te
alientan con su presencia, no importa si están lejos o cerca. Un amigo
es un precioso regalo y un tesoro Que todo el oro del mundo no puede
comprar. Autor Desconocido
San
Agustín no vacilaba en afirmar que «lo único que nos puede consolar en
esta sociedad humana tan llena de trabajos y errores es la fe no
fingida y el amor que se profesan unos a otros los verdaderos amigos».
Ortega y Gasset escribía que «una amistad delicadamente cincelada,
cuidada como se cuida una obra de arte, es la cima del universo». Y el
propio Cristo, ¿no usó, como supremo piropo y expresión de su cariño a
sus apóstoles, el que eran sus «amigos, porque todo lo que he oído a mi
Padre os lo he dado a conocer»?
Pero la amistad, al mismo tiempo
que importante y maravillosa, es algo difícil, raro y delicado. Difícil
porque no es una moneda que se encuentra por la calle y hay que
buscarla tan apasionadamente como un tesoro. Rara porque no abunda: se
pueden tener muchos compañeros, abundantes camaradas, nunca pueden ser
muchos los amigos. Y delicada porque precisa de determinados ambientes
para nacer, especiales cuidados para ser cultivada, minuciosas
atenciones para que crezca y nunca se degrade.Uno de los fenómenos más
asombrosos de este mundo en que vivimos es que se habla tanto más de
una cosa cuanto menos importante es. Se llenan páginas y páginas de los
periódicos para aclarar una jugada futbolística –tremendo drama: ¿fue o
no un penal?– y nadie habla jamás –ni en los diarios, ni en los
púlpitos, ni en las cátedras– de cuestiones tan vitales como la de la
amistad. Recordaré aquí la vieja definición de Aristóteles: «La
amistad consiste en querer y procurar el bien del amigo por el amigo
mismo». O la recientísima de Lain Entralgo, que me parece más completa:
«La amistad es una comunicación amorosa entre dos personas, en la cual,
para el bien mutuo de éstas, se realiza y perfecciona la naturaleza
humana».
Me contó el campanero esta mañana que el año viene mal para los trigos. Que Juan es novio de una prima hermana rica y hermosa. Que murió Susana. el campanero y yo somos amigos.
Me narró amores de sus juventudes y con su voz cascada de hombre fuerte, al ver pasar los negros ataúdes me hizo la narración de mil virtudes y hablamos de la vida y de la muerte.
-¿Y su boda, señor? -Cállate, anciano. -¿Será para el invierno? -Para entonces, y si vives, aun cuando su mano me dé la Muerte, campanero hermano, haz doblar por mi ánima tus bronces
Gracias por todos los momentos que hemos compartido momentos llenos de sentimientos y pensamientos compartidos, sueños y anhelos, secretos, risas y lágrimas, y sobre todo, amistad.
Cada preciado segundo quedará atesorado eternamente en mi corazón.
Gracias por dedicarme tiempo tiempo para demostrar tu preocupación por mí, tiempo para escuchar mis problemas y ayudarme a buscarles solución, y sobre todo, tiempo para sonreir y mostrarme tu afecto.
Gracias por ser lo que eres una persona maravillosa.
Pude contar contigo cuando necesitaba en quien confiar y pedir consejo.
Gracias a ti comencé a conocerme e incluso a apreciar lo que soy.
Gracias por el apoyo incondicional. Por saber decir las palabras precisas en los momentos requeridos. Por incluirme en tu vida, tu historia; tu mundo. Por comprender mi ingratitud. Porque a pesar de todo nunca te desilusionaste de mí. Por entender mis celos en momentos en que sentí que te perdía. Por demostrarme que en la vida hay que reír y amar. Por hacerme sentir la mujer más dichosa del mundo. Por intentar pensar y sentir de la misma forma en que lo hago yo. Por abrirme las puertas de tu corazón. Por convertirme en tu confidente. Por abrirme los ojos cuando yo sólo veo oscuridad. Por perdonar mis torpezas. Por tus caricias, tu ternura e infinito cariño. Por enojarte cuando debías hacerlo. Por mostrarme lo maravillosa que es la maternidad. Por respetar mis momentos de silencio. Por compartir mis locuras. Por frenar mi pasión descontrolada. Por defenderme de quien me atacara. Por ser así como eres. Por todas las veces que me llegaste a despertar. Por haberte apoyado en mi hombro para llorar. Por mostrarme el camino hacia la felicidad. Por luchar y superarte cada día más. Por entregarme energía y valentía. Por ser consecuente y constante. Por entregarme lo más preciado de tu vida, tu hijo, y permitir que yo sea parte de tu familia....
1.- El regalo de Escuchar: Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Solo escuchar.
2.- El regalo del Cariño Ser
generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de
manos, estas pequeñas acciones demuestran el cariño por tu familia y
amigos.
3.- El regalo de la sonrisa Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos y caricaturas, y tu regalo dirá “me gusta reír contigo”
4.- El regalo de una nota escrita Esto puede ser un simple “gracias por ayudarme”, un detalle como estos puede ser recordado de por vida, Y CAMBIARLA AUN TAL VEZ.
5.- El regalo del reconocimiento Un
simple pero sincero “te ves genial de rojo”, “has hecho un gran
trabajo” o “fue una estupenda comida” puede hacer especial un día.
6.- El regalo del favor Todo los días procura hacer un favor.
7.- El regalo de la soledad
Hay días que no hay nada mejor que estar solo. Se sensible a aquellos días y da este regalo a ti mismo o pídelo a los demás.
8.- El regalo de la disposición a la gratitud La
forma mas fácil de hacer sentir bien a la gente es decirle cosas que no
son difíciles de decir como: !!”Hola”!! y !!”Muchas Gracias”!!